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Cómo ahorrar emocionalmente

En medio de la fuerte crisis que sacude la economía del país, el ahorro ha caído hasta su nivel más bajo desde el año 2000. Ahora proliferan las páginas web que asesoran sobre la gestión de los gastos d

J.OTERO

En medio de la fuerte crisis que sacude la economía del país, el ahorro ha caído hasta su nivel más bajo desde el año 2000. Con un paro desbocado, subidas de impuestos (el IRPF y el IVA, fundamentalmente) y la moderación, cuando no el recorte, de los salarios, ahorrar se ha convertido en una tarea titánica. De hecho, la tasa de ahorro de los hogares españoles disminuyó en 2012 hasta el 8,2% de su renta disponible, un recorte de 2,8 puntos respecto a 2011, según uno de los últimos datos del INE. 

Ante este escenario muchos ciudadanos y muchas familias se preguntan cómo lograr que el último día del mes sobren unos cuantos euros en la cuenta corriente del banco. Según un estudio de Asexor, el 49% de las familias careció de capacidad de ahorro durante 2012.

Ahorrar no es fácil aunque se tenga capacidad —independientemente de que se tenga mucha o poca—. Es un hábito que hay que ejercitar, afirman desde fintonic.com, una herramienta web gratuita que sirve para organizar las cuentas domésticas. Pero es un hábito que requiere un poco de disciplina y compromiso. ¿Cómo conseguirlo? Los expertos de Fintonic.com, una herramienta web que ayuda a gestionar los gastos, apuntan cinco claves. 

Lo primero es saber de cuánto dinero se dispone y saber dónde se va. Parece de perogrullo, pero no siempre somos sistemáticos en el control de nuestros gastos. El segundo paso sería el compromiso. Lo óptimo a medio plazo, según los expertos de Fintonic.com, es ajustar, por ejemplo, todos los gastos recurrentes al 70% del sueldo, y así ahorrar mensualmente un 30%. Una vez fijado el objetivo el ahorrado tendrá mucho ganado.

Pero el camino quedaría a medio recorrer si no se hace algo que, así de entrada, puede sonar raro: no gastar emocionalmente. 'Una vez sabes en que se te va el dinero, te replanteas tus pautas de conducta. Puede que no te aporte salir 20 días a comer fuera y prefieras destinar tu dinero a otras cosas que te aportan más valor. Además, rara vez tomamos buenas decisiones cuando estamos de bajón. Muchos de nosotros usamos las compras como una terapia, una juerga de gasto con la intención de alcanzar un mejor estado de ánimo. Sin embargo, aunque al principio parezca funcionar, normalmente todo sentimiento positivo de la compra se disipa al ver la factura', apuntan en fintonic.com.

Para combatir las compras compulsivas, no hay que salir de casa sin una lista de lo que se necesita comprar y un presupuesto establecido que no se variará. Para saber si una compra es compulsiva o no, se puede hacer el siguiente ejercicio: no comprar al momento, deja pasar un par de días. En la mayoría de los casos uno descubrirá que realmente no necesitaba lo que quería comprar. Era el furor del momento.

El círculo se cierra con otros dos consejos, que esos sí, están muy interiorizados por la población: elegir bien la entidad bancaria en la que se depositan los ahorros y prestar especial atención a las oportunidades del día a día. Por lo que respecta a los bancos, existen cuentas de ahorro y depósitos que ofrecen un retorno de la inversión al ritmo de cada uno y con diferentes penalizaciones (o sin ellas) dependiendo del tipo de acceso al dinero. La principal diferencia es que las cuentas de ahorro ofrecen mayor liquidez, y los depósitos mayor rentabilidad. La mejor opción en cuanto a depósitos son los 'depósitos a la vista' que te permiten cancelarlos en cualquier momento y realizar retiradas de efectivo total o parcial sin modificar la rentabilidad del producto.

En cuanto a lo de mirar los precios, 'no se trata de ser un avaro' pero hay que estar atento a las numerosas ofertas del mercado, ya que nos pueden ayudar a reducir considerablemente esos gastos que a priori no podemos rascar, como la compra del super, la factura de la luz o la factura del teléfono.

Con la crisis, las páginas web que asesoran sobre la gestión de los gastos domésticos y cómo ahorrar han proliferado como setas después de la lluvia. Una de las principales es Fintonic.com, una herramienta web gratuita en la que ya confían 30.000 internautas que por fin han podido decir 'adiós al excel' para organizar sus cuentas domésticas.

Con una sencilla interfaz, fintonic.com importa automáticamente las cuentas y tarjetas bancarias del usuario para que pueda ver todos sus movimientos en un solo golpe de pantalla. Cada usuario recibe un diagnóstico de gasto personalizado y consejos para cambiar sus hábitos de consumo y sacar el mayor partido a cada euro de la nómina. De un modo muy visual, este cibercoach ofrece sencillos gráficos que muestran la evolución de los ingresos y gastos, o el porcentaje de presupuesto que supone cada una de las categorías que componen un amplísimo catálogo de gastos (supermercados, gasolina, agua, luz, hipoteca, restaurantes...).

Se trata de dejar de lado los gastos innecesarios y costes abusivos para utilizar el dinero en las cosas que de verdad importan, alcanzando metas de ahorro o cumpliendo los presupuestos que la herramienta permite prefijar. El sistema de alertas y notificaciones de fintonic.com además asegura a sus usuarios el control absoluto de sus cuentas personales, ya que cada vez que haya un descubierto, se produzca un cobro duplicado o se supere el límite de gasto en alguna categoría, éste recibirán un correo electrónico avisándoles de estas irregularidades que además suponen un coste de penalización.

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