Este artículo se publicó hace 15 años.
AI denuncia las condiciones "inhumanas" de los presos en el corredor de la muerte en Japón
Amnistía Internacional (AI) pidió hoy una moratoria de las ejecuciones en Japón, donde los presos del "corredor de la muerte" se arriesgan a desarrollar una enfermedad mental debido a su situación "cruel, inhumana y degradante".
El grupo cívico denunció en un informe las condiciones en que se aplica la pena de muerte en Japón, donde los condenados son siempre ahorcados, sin aviso previo y en secreto, y donde afirma que se sigue ejecutando a enfermos mentales.
AI asegura que a los presos del "corredor de la muerte" nipón "no se les permite hablar entre ellos", y que "su contacto con familiares, abogados y otras personas puede restringirse a sólo cinco minutos".
"Aparte de sus visitas al servicio, los prisioneros no pueden moverse en las celdas y tienen que quedarse sentados", se les niega con frecuencia acceso a la luz y al aire fresco y sufren más castigos que otros presos, según ese organismo.
Hasta el 3 de septiembre, 102 personas estaban en Japón condenados a la máxima pena, de las cuales un número indeterminado, al menos cinco según AI, padecen enfermedades mentales.
"Hay que mejorar las condiciones de las prisiones para evitar que los presos desarrollen una enfermedad mental mientras están en el corredor de la muerte", indicó esa organización.
El autor del informe, James Welsh, señaló que "permitir que un prisionero viva durante un período prolongado con la amenaza diaria de la muerte es cruel, inhumano y degradante", y dijo que en Japón "se arriesgan a desarrollar una enfermedad mental grave".
AI lleva años reclamando una moratoria de las ejecuciones en Japón, donde un nuevo Gobierno, más a la izquierda y dirigido por el Partido Democrático, asumirá el poder la semana próxima aunque de momento no ha tomado una posición abierta al respecto.
En su manifiesto electoral, el PD solicitaba una revisión de la pena de muerte mientras sus dos aliados, el Partido Social Demócrata (PSD) y el Nuevo Partido del Pueblo (NPP), son favorables a la paralización de las ejecuciones.
Sin embargo, la opinión pública nipona apoya en más de un 80 por ciento la aplicación del máximo castigo para los casos de sangre en Japón, un país donde la mayoría de sentencias son también condenatorias.
Para los presos del "corredor de la muerte" que ya han recurrido a todas las instancias jurídicas, recuerda AI, "la muerte puede llegar con pocas horas de aviso" y "cada día puede ser el último".
"La llegada de un funcionario de prisiones con una orden puede significar su ejecución en unas horas; algunos viven así año tras año y algunos durante décadas", apuntó la organización de derechos humanos.
En lo que va de año tres presos han sido ahorcados en Japón pero en 2008 quince prisioneros fueron ejecutados, el mayor número desde 1993, cuando este país reanudó la aplicación de la pena capital.
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