Este artículo se publicó hace 13 años.
Al Gadafi de pega también le hacen la revolución
Un alzamiento popular centra el rodaje en Sevilla de la última comedia de Baron Cohen
Una multitudinaria y violenta manifestación y un intento de asesinato en medio de un alzamiento. Es el resumen del rodaje ayer en la sevillana Plaza de España de Finchley Dreams (el título en español aún está por confirmar, aunque se baraja El dictador), la última película protagonizada por el ácido cómico británico Sacha Baron Cohen, que saltó a la fama con la punzante y exitosa Borat.
La ciudad fue ayer parte del reinado totalitario de Baron Cohen, metido en la piel de Aladeen, dictador del estado de Fedijah (de pronunciación muy similar a la capital andaluza). Vestido con un traje militar blanco, con un sinfín de condecoraciones prendidas del uniforme y una caracterización física que le exigió más de hora y media en la sala de maquillaje, Baron Cohen inició la parte sevillana del rodaje de Finchley Dreams, de Larry Charles, quien ya dirigió al actor en Borat y en Bruno.
Charles se paseó entre los curiosos que asistieron al rodaje para ir a uno de los servicios portátiles instalados fuera de la plaza. Provisto de un sombrero de paja de ala ancha y una barba a lo ZZ Top, pasó desapercibido evitando peticiones de fotografías y autógrafos. El director reveló a Público su pasión por Sevilla, "uno de los mejores lugares del mundo", en el que le "gustaría volver a grabar".
La ciudad fue ayer parte del reinado totalitario de Baron Cohen
Paramount, productora del filme, había dado indicaciones a los 1.500 extras ayer participaron unos 300 de no soltar prenda sobre el argumento, ni sobre el trabajo en el set. Pero lo evidente es que Aladeen al igual que los dictadores, léase Gadafi, de los que es trasunto pasa graves apuros al sufrir un alzamiento popular y un intenso de asesinato. Cerca de 250 extras protagonizaron una manifestación contra el tirano que acabó con el derribo de una estatua, similar a la que homenajeaba a Sadam Hussein en la plaza Firdus de Bagdad. Eso sí, en esta ocasión la estatua será añadida digitalmente en la posproducción en Estados Unidos y los rebeldes vitorearon la caída de una cuerda sostenida por una grúa. La manifestación estuvo envuelta en carteles que pedían el fin del dictador con mensajes como "Game Over" o "I hate Aladeen". En algunas pancartas se podía ver la caricatura del tirano ahorcado con una soga.
Por la tarde siguió el levantamiento contra el tirano, ahora protagonizado por su ejército, que impidió el acceso del dictador a su propio palacio. La escena se rodaba tras un enorme Hummer chapado en oro. A escasos metros, el equipo de rodaje había instalado el humilde aparcamiento de Aladeen: un Ferrari, un Lamborghini y un Mercedes descapotable.
El plantel protagonista lo completan el oscarizado Ben Kingsley, Anna Faris, de Scary Movie, y la sex symbol Megan Fox. Los dos primeros participan también en el rodaje sevillano, que finalizará mañana en el aeropuerto con una escena protagonizada por el séquito de quince guardianas vírgenes del tirano. Hoy se continúa rodando en la Plaza de España.
El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, propuso al director hacer una première en Sevilla, algo que le pareció a Charles "una fantástica idea" si se hace "en la Plaza de España y con una enorme pantalla".
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