Este artículo se publicó hace 15 años.
"Ir al psiquiatra se ve como una debilidad"
Luis Rojas Marcos (Sevilla, 1943), profesor de psiquiatría de la Universidad de Nueva York
Luis Rojas Marcos (Sevilla, 1943) decidió marcharse a EEUU porque, como él mismo explica, cuando se licenció en Medicina todo lo que había aprendido era teórico. Estudió psiquiatría en Nueva York y en 1981 fue nombrado director de los servicios psiquiátricos de la red de hospitales públicos de esta ciudad.
Desde su siguiente cargo, el de presidente ejecutivo del Sistema de Sanidad y Hospitales Públicos, vivió los ataques terroristas del 11-S y sus consecuencias sobre el comportamiento de la población. Tras la publicación de su libro La autoestima: nuestra fuerza secreta, Rojas Marcos ha visitado España para impartir el curso Tener o no tener confianza, un concepto que define como "un elemento antipánico, que ayuda a no estancarse en la adversidad".
En ocasiones se ha considerado a la psiquiatría como una ciencia menor. ¿A qué cree que se debe?
La psiquiatría es una ciencia muy nueva. La enfermedad mental siempre ha ido por detrás de la física. Uno de los principales motivos es que es más difícil entrar en el cerebro y diagnosticar qué ocurre.
La mayoría de los conocimientos sobre la esquizofrenia se han descubierto recientemente. ¿Ha aumentado el número de enfermades mentales?
Quizá actualmente haya más porque se ha aumentado la esperanza de vida y el contexto social no es el mismo que el de hace cincuenta años. Por ejemplo, la depresión o la hiperactividad se han diagnosticado recientemente. Antes ya existían, pero eran desconocidas para los médicos.
Después de haber trabajado en EEUU, ¿cree que en Europa se percibe de forma distinta la psiquiatría?
En Europa, a diferencia de EEUU, la gente va menos al psiquiatra. También hay que tener en cuenta que los temas por los que asisten son distintos.
Entonces, ¿en España no se quiere ir al psiquiatra?
En España todavía hay personas reticentes a acudir al psiquiatra; la enfermedad mental se interpreta como una debilidad. Hasta hace poco, se trataba al enfermo como un endemoniado, se le marginaba.
¿Hasta qué punto considera que se debe involucrar a un enfermo mental en su tratamiento?
Es muy importante que haya enfermos informados. Si desconoce en qué consiste su enfermedad, participará de una forma menos activa.
El año pasado publicó un libro sobre la felicidad. ¿Se puede medir de alguna forma?
Yo prefiero hablar de satisfacción, aunque se pueden utilizar como sinónimos. Tengo claro que no se puede medir como la presión arterial. Está rodeada por muchísimos factores subjetivos como, por ejemplo, si la persona reflexiona sobre su propia felicidad a solas o delante de otros.
Se ha hablado mucho de la fuga de cerebros españoles. ¿Cómo la ha vivido desde EEUU?
Cada vez son menos los investigadores que cambian España por otro país. La situación no es la misma que cuando yo me fui hace ya 40 años. En este sentido, España ha avanzado mucho y cada vez se hace mejor ciencia.
¿Es suficiente la inversión en I+D que se realiza en España?
La inversión en investigación y desarrollo en España no está tan mal, pero hacen falta más recursos si queremos estar entre los países punteros. En cualquier caso, se ha producido un cambio de actitud sin precedentes en la forma en la que se asignan los recursos. Hay que intentar que el I+D sea la suma de financiación pública y privada. Además, con la creación de un Ministerio de Ciencia e Innovación se está transmitiendo un mensaje poderoso para la ciencia. En definitiva, explicita una apuesta política predeterminada.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.