Este artículo se publicó hace 17 años.
Al Qaeda golpea de nuevo Argel con dos coches bomba
La organización terrorista Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI) golpeó hoy de nuevo la capital argelina con dos atentados con coches bomba que han causado 27 muertos y 67 heridos, según los datos provisionales del ministerio del Interior, aunque otras fuentes cifran en al menos 50 los muertos.
El primer atentado tuvo como objetivo las sedes del Tribunal Supremo y del Consejo Constitucional, situadas en el barrio residencial de El Biar, donde la destrucción resulta impactante.
"En El Biar, la cifra de víctimas es importante porque hay muchas personas bajo los escombros", ha declarado el ministro del Interior, Yazid Zerhouni, a la televisión estatal.
Esta primera explosión se produjo poco antes de las 10.00 horas locales (09.00 GMT) y la mayoría de víctimas son estudiantes que viajaban en un autobús que ha quedado completamente destrozado.
La televisión ha mostrado imágenes en las que se ve que varias plantas de la sede del Consejo Constitucional se han derrumbado por la deflagración, que provocó también un enorme cráter en la calzada y desató el pánico entre la gente que se encontraba en el lugar.
Las primeras informaciones indicaban que la bomba explotó dentro del autobús estudiantil, pero Zerhouni ha confirmado que se trató de un coche bomba.
Las fuerzas de seguridad y los servicios de socorro se han desplegado rápidamente en la zona, donde un dispositivo impide el acceso al lugar y el tráfico también ha sido desviado.
Testigos han explicado que decenas de empleados municipales han sido movilizados por las autoridades para participar en el rescate de las víctimas atrapadas en los escombros del Consejo Constitucional y cuyos gritos de socorro podían escucharse.
Unos minutos más tarde, otra explosión sacudió otro elegante barrio de Argel, el de Hydra, donde se ubican numerosas residencias de representaciones diplomáticas extranjeras y domicilios de altos responsables gubernamentales.
Esta vez el objetivo fue una comisaría de policía muy cercana a la sede del Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados. El ministro del Interior ha confirmado que fue un atentado suicida con coche bomba.
Los efectos también fueron importantes: la comisaría ha volado literalmente, los coches aparcados están seriamente dañados y las fachadas de las casas próximas han quedado destruidas.
La fuerte conmoción por el atentado ha llevado a Zerhouni a desplazarse rápidamente a las zonas afectadas, junto al jefe de la policía, el coronel Ali Tounsi, para conocer de cerca la situación.
"Nunca hemos excluido nuevos atentados. No estamos a salvo de estas acciones criminales", declaró el ministro antes de lanzar un llamamiento a la población para que permanezca alerta.
Zerhouni aseguró que se han levantado importantes dispositivos de seguridad, pero "siempre puede haber atentados y su fracaso depende de nuestro grado de vigilancia".
Para los servicios de seguridad, no hay duda de que los atentados son obra de AQMI. "Han elegido de nuevo el día 11 del mes para matar inocentes, como pasó el 11 de abril y el 11 de julio", dijo a Efe un oficial de policía.
El 11 de abril un atentado contra el Palacio del Gobierno y centro de lucha antiterrorista en Argel causó 30 muertos y más de 300 heridos, mientras que el 11 de julio un decena de soldados murieron por el ataque a un cuartel del Ejército en Lakhadaria.
Esos atentados fueron reivindicados por AQMI y el jefe nacional de la organización, Abdelhak Drukel, alias Abu Mussab, había amenazado con acciones similares al afirmar que decenas de jóvenes estaban listos para cometer ataques suicidas.
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