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El alcalde de la capital mexicana dice que se "estabilizan" los casos posibles de contagio

EFE

El alcalde de Ciudad de México, Marcelo Ebrard, aseguró hoy que los casos sospechosos de contagio de la gripe porcina en la capital mexicana, donde el martes se registró solamente una muerte, muestran una tendencia a la "estabilización".

En una conferencia de prensa, las autoridades capitalinas manifestaron que ayer se registraron 346 nuevos casos sospechosos de posible contagio y que en los 28 hospitales y 220 clínicas con los que cuenta la ciudad permanecen hospitalizadas 115 personas.

Según las cifras facilitadas por el gobierno federal anoche, las muertes confirmadas por esta enfermedad en todo el país ascienden a siete, a las que se podrían sumar otros 152 fallecimientos de personas que tenían síntomas de haberse contagiado.

Además, han detectado en el país 2.498 personas con neumonía atípica posiblemente asociadas a la influenza porcina, de las que 1.311 siguen hospitalizadas.

En la capital mexicana ayer fueron dadas de alta 17 personas que reaccionaron positivamente a los medicamentos, un nuevo récord desde que comenzó la epidemia.

En total han muerto en la ciudad 26 personas por complicaciones respiratorias atípicas.

Ebrard insistió en que los dos objetivos de la alcaldía son "frenar la velocidad de contagio del virus" y "reducir al máximo posible, o si es posible evitar, los fallecimientos".

Según el funcionario, la ciudad se encuentra en un punto en el que el "numero de casos (sospechosos) de contagio tiende a estabilizarse".

"Cuando tengamos confirmado que todas las medidas han logrado ese objetivo y que el número de decesos está cayendo entonces podremos plantear a la ciudad pasar de una etapa de alerta máxima a una de alerta", dijo el político izquierdista.

Ebrard reconoció que "muchas" de las medidas sanitarias que ha adoptado la ciudad, que tiene unos 19 millones de habitantes si se incluye su área metropolitana, "implican afectaciones a diversos sectores".

"Lo que nos tenemos que preguntar en primer lugar es cuál es el valor a proteger, y el valor a proteger es la vida humana", apuntó el alcalde, quien ha prohibido la actividad de centros de espectáculos, museos, bares, discotecas y gimnasios, entre otras cosas.

Adicionalmente, ayer la Alcaldía obligó a todos los restaurantes de la ciudad, unos 35.000, a vender solamente comida para llevar, lo que generó una ola de protestas por parte de los empresarios del sector y de algunas asociaciones industriales.

Si se posponen estas medidas "lo que puede ocurrir como lo muestran diversas experiencias internacionales es que se prolongue el tiempo para controlar el virus. Si eso ocurre el daño económico, social, en empleo e ingreso, y para la ciudad sería mucho más grave", insistió.

De momento, el alcalde descartó tomar medidas adicionales como suspender el transporte público en Ciudad de México, porque ello "generaría una situación muy difícil en la ciudad".

Desde el pasado viernes, el Distrito Federal ha atendido a 39.712 personas en sus centros de salud, de las cuales 24.995 presentaban infecciones en las vías respiratorias.

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