Este artículo se publicó hace 17 años.
Alejandría celebra el quinto aniversario de su biblioteca ajena a los fastos
La biblioteca de Alejandría celebra estos días su quinto aniversario con escaso entusiasmo popular y alejada del esplendor cultural que la hizo brillar en el pasado.
Durante cinco días, la biblioteca alejandrina, edificada en el mismo lugar en el que se cree que estuvo la primera, ofrece seminarios diversos, entre los que destacan los dedicados al papel de la mujer en la ciencia y en la paz, y una retrospectiva sobre los prestigiosos premios de arquitectura de la fundación Aga Jan.
Sin embargo, la ciudad de Alejandría continua con su quehacer cotidiano ajena al ajetreo de las celebraciones.
"La gente en la calle ni siquiera sabe que la biblioteca está celebrando estos días su quinto aniversario", dijo a Efe Heba Fathy, estudiante de arquitectura que asistió a la conferencia de los premios Aga Jan.
Lo cierto es que la asistencia a los actos de estos días requiere de una invitación y las instalaciones de la biblioteca -que alberga varios museos, un planetario y una sala de lectura con capacidad para dos mil personas- permanecerán cerradas hasta que acaben las celebraciones.
Además, un impresionante cordón policial controla estos días todos los accesos al recinto, las aceras y los edificios colindantes.
"Todo lo que oigo es que no te sientes aquí, no pases por allá, no puedes cruzar", dice Nahlan, estudiante de la escuela de Comercio situada detrás de la biblioteca.
La biblioteca de Alejandría abrió sus puertas en 2002 con el objetivo de convertirse en "la ventana de Egipto al mundo y un centro para el diálogo entre las civilizaciones", según su manifiesto fundacional.
Pero su gran valor arquitectónico y su enclave privilegiado -en el corazón de la bahía de Alejandría- han hecho que su aspiración de ser un centro cultural de referencia internacional ceda el protagonismo a su potencial turístico.
El espectacular edificio de la Biblioteca recibe más de un millón de visitas anuales al precio de diez libras egipcias (1,3 euros o 1,8 dólares).
La directora del departamento de visitas de la biblioteca, Nurhan Mustafa, dijo a Efe que "la cifra de visitas aumenta todos los años porque la biblioteca de Alejandría es mucho más que una biblioteca. Es un centro cultural multidisciplinar en el que también hay museos y exposiciones".
Entre los alejandrinos, quienes más valoran la institución son los estudiantes.
"La construcción de la biblioteca ha sido importantísima para estimular la actividad cultural de la ciudad", aseguró a Efe Amira Mohamed, que estudia en la Universidad de Alejandría.
Por su parte, su compañera Zahra Diab destacó la utilidad de la biblioteca como lugar de consulta de material bibliográfico.
El edificio, presidido por un enorme disco solar visible desde toda la bahía, fue diseñado por el estudio sueco de arquitectura Snohetta.
El complejo costó unos 230 millones de dólares, que fueron financiados con donaciones de particulares y de varias instituciones, entre ellas la UNESCO.
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, y su esposa Suzanne, han tenido una presencia activa en los actos, han pronunciado los discursos de apertura y han inaugurado varias exposiciones.
La primera dama egipcia colocó en las estanterías de la institución cultural "Elementos" de Euclides, el ejemplar número 555.555 del fondo de la biblioteca.
La antigua Biblioteca de Alejandría, que inspiró la actual, fue fundada en el año 295 antes de Cristo por Ptolomeo I, sucesor de Alejandro Magno, y desapareció en el año 641 de nuestra era.
Para entonces ya se encontraba sumida en la decadencia.
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