Los alemanes rechazan el candidato de Merkel y prefieren el de la oposición

Los ciudadanos alemanes rechazan mayoritariamente a Christian Wulff, el candidato propuesto por la canciller alemana, Angela Merkel, para la presidencia de Alemania y prefieren la propuesta de la oposición socialdemócrata y verde, que ha presentado a Joachim Gauk para la jefatura del estado.

Una encuesta adelantada hoy por el semanario Stern revela que, si la elección del presidente de Alemania se llevara a cabo por sufragio directo, un 42 por ciento de los ciudadanos darían su voto a Gauck, antiguo disidente en la extinta RDA y responsable durante 10 años de la custodia de los archivos de la Stasi.

Tan sólo un 32 por ciento daría su voto al candidato de los partidos de la coalición gubernamental -cristianodemócratas, socialcristianos bávaros y liberales-, el jefe del gobierno del estado de la Baja Sajonia y uno de los barones de Merkel, Christian Wulff.

En la encuesta no figura el tercer candidato a la presidencia de Alemania, la antigua periodista Lukrezia Jochimsen, que fue presentada ayer por la formación de La Izquierda y cuyas posibilidades de resultar elegida son prácticamente nulas.

La elección del presidente de Alemania tendrá lugar el próximo 30 de junio y correrá a cargo de la Asamblea Federal, formada por los 622 diputados del Bundestag y otros tantos representantes de los 16 estados federados germanos.

En declaraciones al semanario, Joachim Gauk reconoce que "durante un segundo" estuvo a punto de rechazar la candidatura a la presidencia que le ofrecieron socialdemócratas y verdes para no molestar a la canciller federal, Angela Merkel.

"¿Para que voy a irritar a aquellos que me son cercanos? Es una pena", comenta el antiguo pastor evangélico, quien reconoce que finalmente rechazó esa idea por parecerle infantil y llegó a la conclusión de que "no podía decir no. Eso habría sido irresponsable".

La candidatura de Gauck, considerado independiente políticamente y que asumió la responsabilidad sobre los archivos de la Stasi tras la caída del muro de Berlín por encargo del entonces canciller conservador Helmut Kohl, ha puesto en aprietos a Merkel.

Un amplio sector de sus aliados liberales, pero también algunos dirigentes de la Unión, consideran que Gauck es un candidato ideal para la presidencia de Alemania y critican la designación de Wulff por tratarse de una candidatura claramente política para un cargo que debe representar a todo el país.

Estas disidencias en el seno de los partidos de la coalición, en muchos casos públicas, hacen que Wulff no tenga asegurada la elección el próximo 30 de junio, ya que Merkel dispone para su candidato oficialmente de una ventaja de unos 20 votos, que podrían resultar finalmente demasiado escasos.