Este artículo se publicó hace 16 años.
El alza del crudo eleva la inflación armonizada al 4,6%, la máxima desde 1997
El continuo encarecimiento del crudo y el elevado precio de algunos alimentos han vuelto a incrementar la inflación armonizada que en marzo subió dos décimas y alcanzó el 4,6 por ciento, la tasa más elevada desde 1997, cuando comenzó a elaborarse este indicador.
Esta tasa sorprendió tanto al Gobierno como a los analistas y expertos macroeconómicos, y estos últimos la achacaron a los posibles efectos de segunda ronda que el alza de crudo podría estar teniendo en los precios de otros sectores de la economía española como la producción de bienes de consumo.
El 4,6 por ciento corresponde al indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), difundido hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuyo dato definitivo se conocerá, al igual que el del IPC español -datos que pueden coincidir- el próximo día 11 de abril.
En el caso de que el éste dato coincida con la tasa general de inflación española (IPC), se trataría de la cifra más alta desde julio de 1995, cuando el aumento de los precios alcanzó el 4,7 por ciento.
En marzo la inflación también se aceleró dos décimas en la zona euro hasta el 3,5 por ciento, según el primer cálculo de la oficina estadística comunitaria, Eurostat, lo que supondría un nuevo máximo en la serie histórica que comenzó en 1997 y mantendría el diferencial de precios de España en 1,1 puntos.
Tras conocer estos datos, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, dijo que la inflación "se ha visto empeorada por el aumento del precio del crudo", aunque confió en que "a partir de ahora, si el precio del petróleo lo permite" se produzca un descenso "paulatino".
Achacó el alza de la inflación "a la escalada del precio del crudo, al distinto calendario de la Semana Santa y al hecho de que la zona euro también mantenga un crecimiento elevado de los precios de la energía".
Desde las Palmas de Gran Canaria, el gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordóñez, pronosticó que la inflación española en 2008 y 2009 se acercarán al 2,5 y al 2,1 por ciento, respectivamente.
Para el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Vicente Martínez Pujalte, el dato es "muy malo" para las familias y para la economía española, y aseveró que suben los precios de los productos básicos y de las hipotecas "a pesar de que Zapatero dijo que no iban a subir", al tiempo que España pierde competitividad.
Todos los expertos macroeconómicos consultados por EFE se mostraron "sorprendidos" por el repunte de la tasa de inflación en marzo y auguraron que ésta se situará entre el 3 y el 4 por ciento al cierre del año.
Advirtieron de que el alza de los precios puede deberse a los efectos de segunda ronda, es decir, que el encarecimiento del crudo podría haberse trasladado ya a los precios de diversos sectores de la economía como la producción de bienes de consumo, tal y como ya lo ha hecho en componentes de la cesta de la compra como el transporte o la vivienda.
Auguraron una moderación de los precios a partir de la segunda parte del año debido a la comparación de los precios con los del mismo periodo el año anterior, cuando comenzó a subir el crudo.
Así, Carlos Marvall, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), auguró una moderación "de algunas décimas" a partir de mayo para terminar el año con una tasa que "no nos permitirá estar por debajo del 4 por ciento".
Desde Fortis, apuntaron que la moderación se producirá en el último trimestre del año, que cerrará "por debajo del 3,5 por ciento" y auguraron un mayor descenso en la tasa general de inflación que en la subyacente -excluye la evolución de los precios de la energía y los alimentos frescos-.
María Jesús Fernández, de FUNCAS, abogó por que la bajada comenzará "en uno o dos meses" hasta situarse en el entorno del 3 por ciento.
Desde el Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo calificó el dato de "inoportuna noticia" porque se produce "cuando el crecimiento empieza a perder fuelle", es decir, "el peor escenario posible" y alertó del riesgo de "entrar en una espiral de precios-salarios" en el proceso de negociación colectiva.
Añadió que, en España, al problema del crudo y los alimentos se suman otros como la "excesiva bonanza" del consumo, la falta de competencia de los mercados y la elevada dependencia energética, lo que, no obstante, no impedirá que la tasa de inflación se reduzca hasta el entorno del tres por ciento a finales del año.
David Martínez, de Caixa Catalunya, dijo que "a partir de ahora la inflación también está sujeta al "actual clima de incertidumbre" y consideró que a partir de agosto los precios comenzarán a moderarse hasta alcanzar el tres por ciento.
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