El amor esquiva la crisis pero las floristerías y alojamientos rurales no

San Valentín llega este año en plena crisis, pero lejos de poner en jaque a la pareja, los expertos apuestan por renovar el amor, mientras que los alojamientos rurales y la floristería recurren a la imaginación para huir de la recesión.

"Estamos acostumbrados a cuidar de nuestros hijos y nuestro trabajo, pero poco habituados a preocuparnos por nuestra pareja", ha comentado a Efe Trinidad Bernal, doctora en Psicología y miembro de honor de la Asociación Madrileña de Mediación.

Para Gerardo Meil, sociólogo de la Universidad Autónoma de Madrid, las relaciones amorosas actuales no son tan "líquidas (cambiantes) como se piensa" y aún existe lugar para el compromiso, a pesar del aumento de los divorcios.

"Solo hace falta capacidad de aguante y, sobre todo, habilidades para entender el punto de vista del otro y estar dispuesto a ceder en los espacios vitales", ha sugerido Meil, quien reconoce que la crisis puede sobrecargar las relaciones de pareja.

Mientras, los sectores económicos vinculados con San Valentín acusan la recesión y, así, los alojamientos rurales registrarán un 20 por ciento menos de pernoctaciones en comparación con años anteriores, según los datos facilitados por el presidente de la Asociación Española de Turismo Rural (Asetur), Francisco Javier Herrera.

A juicio de Herrera, las escapadas de este fin de semana "mitigan un mes tradicionalmente malo" para los alojamientos rurales, pues el nivel de ocupación se aproximará al 70 por ciento y será aún mayor en destinos de temporada como estaciones de esquí o en instalaciones situadas cerca de grandes ciudades.

Para animar a los enamorados, algunos establecimientos han agudizado el ingenio y han ofrecido regalos como bonos de spa o botellas de cava.

Por su parte, las ventas de flores pueden caer este año un 30 por ciento, aunque las empresas tratan de combatir este previsible descenso con "imaginación" y con nuevos productos "más asequibles".

El presidente de la Federación Española de Empresarios Floristas, Joaquín Rivera, ha explicado que, junto a la crisis, otro factor que reducirá las ventas será el hecho de que la fiesta caiga en sábado, ya que muchas parejas sustituirán los tradicionales ramos por escapadas o salidas a restaurantes.

Sin embargo, Bernal, directora de un programa de mediación para parejas en procesos de ruptura, ha apuntado que la formalización de divorcios ha descendido en los últimos meses, pues la crisis ha dejado a algunos matrimonios sin patrimonio para repartir o con hipotecas pendientes.

"Cuando una pareja se encuentra con este problema económico, sus miembros recurren a documentos privados que permitan, de alguna manera, dejar claro entre ellos la situación de ruptura y pactar una convivencia que facilite la independencia y, al mismo tiempo, los compromisos financieros o adquiridos con sus hijos", ha sostenido.

Meil ha advertido de que es "casi imposible" que el ideal del amor romántico perdure después de algunos años de relación y, para entonces, Bernal ha propuesto "la negociación y una relación más igualitaria".

Según ha contado esta mediadora, a su despacho llegan parejas de media o larga duración y que -detalla- se han "acomodado" a la cotidianeidad, han disminuido sus sentimientos amorosos hasta que la comunicación entre ambos se ha vuelto inexistente.

"No había tenido casos como los de ahora, en donde hay parejas que guardan su fidelidad pero, sin embargo, no conviven en la misma casa", declara esta psicóloga, que insiste en que los tiempos han cambiado y con ellos las formas de relacionarse.

Para quienes sigan buscando a su media naranja, internet se ha convertido en un medio efectivo pues, según un análisis de Nielsen Online, el número de españoles que buscaron citas en la red ha aumentado un 32 por ciento durante el último año y portales como Match.com aseguran que más de un centenar de usuarios comunican su compromiso de boda cada mes.

La responsable de comunicación de esta compañía, Ana Díaz, asegura que la crisis apenas ha afectado a un sector dirigido a jóvenes urbanitas, con estudios universitarios y un poder adquisitivo medio-alto que han reducido su gasto en ocio pero que se niegan a dejar que sus largas jornadas laborales les priven del amor.