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"Amor en Venecia, muerte en Benarés", un viaje espiritual del escritor británico Geoff Dyer

EFE

El prestigioso escritor británico Geoff Dyer acaba de publicar en español "Amor en Venecia, muerte en Benarés", una novela que narra el viaje espiritual entre dos ciudades distantes, aunque "muy parecidas", de un hastiado periodista londinense.

"La idea original era escribir una versión de 'Muerte en Venecia', de Thomas Mann, ambientada en la Bienal de Arte", ha dicho hoy a Efe Dyer (Gloucestershire, 1958) al explicar el proceso creativo de "Amor en Venecia, muerte en Benarés" (Mondadori), su primera novela en nueve años.

Jeffrey Atman, un periodista de mediana edad que odia su oficio, viaja en el verano de 2003 a Venecia para informar de la Bienal de Arte que se celebra en la ciudad italiana.

Dyer sumerge a su protagonista en "un carnaval" protagonizado por críticos gorrones -que desearían que sirvieran el alcohol en copas "más grandes"- y artistas con "hambre de éxito voraz" -aunque escaso talento-. Todos juntos demuestran, de fiesta en fiesta, "la insaciable sed del sector artístico internacional".

El ensayista y novelista británico presenta con buenas dosis de humor un retrato ácido de un mundo superficial, basado "en cierto modo" en su experiencia como visitante de la Bienal de 2003.

"Hay muchísimo arte contemporáneo que es sumamente aburrido y lo que hace este entorno tan espléndido de la Bienal es recalcar la pobreza intelectual de algunas obras, especialmente de arte conceptual", argumentó a Efe el escritor.

Aunque admite que "hay grandes artistas que trabajan en la actualidad", Dyer denuncia en la entrevista la responsabilidad de su país, el Reino Unido, en "la degradación de la idea del artista, convertido en una especie de personaje famoso" en un entorno en el que "la calidad de su trabajo ha pasado a ser algo sin importancia".

Durante esos días en los que los participantes de la Bienal acaban en la novela con las existencias de alcohol de toda la ciudad, Jeff conoce a Laura, una fascinante mujer estadounidense con la que comparte su estancia en Venecia y con la que protagoniza tórridas escenas de sexo explícito.

Los dos personajes se despiden al final de la primera parte del libro, narrada en tercera persona, a la que sigue una segunda en la que Jeff cuenta en primera persona su viaje a la ciudad india de Benarés, adonde se traslada con el encargo de escribir un reportaje sobre los rituales funerarios que se ofician a orillas del río Ganges.

Jeff cambia el lujo de las fiestas venecianas por la escasez de medios de un lugar en el que, como cuenta la novela, hasta "las carreteras se quedan sin carreteras".

Pero estas diferencias no son concluyentes para Geoff Dyer, quien visitó Benarés un año después de haber acudido a la Bienal de 2003 y comprobó que Venecia y la ciudad india "son tan parecidas que podían hermanarse", una idea ya expresada por Allen Ginsberg en una cita que abre esta novela.

El descubrimiento de Benarés hizo cambiar al autor su idea inicial de reescribir "Muerte en Venecia", para embarcar a su protagonista en un viaje a la India que cambiará su vida.

El de Benarés es un mundo mercantilizado en el que sus habitantes están obligados a convertir "todo intercambio social en preludio del comercio" para sobrevivir, pero en el que, como destaca Dyer, "la espiritualidad está en todas partes".

"Ese lugar tendrá un efecto transformador en Jeff muy importante, aunque él no sea capaz de comprender exactamente qué es lo que le está sucediendo", explica el autor.

Un proceso que se concreta cuando el protagonista comprende que "todo lo que ocurre en la India es una parábola, aunque su significado no esté claro".

Aclamado por la crítica anglosajona, Dyer obtuvo el premio Somerset Maugham por su libro sobre el jazz "But beautiful" (1991) y quedó finalista del National Book Critics Circle Award por su ensayo sobre D.H. Lawrence "Out of Sheer Rage" (1997).

"Amor en Venecia, muerte en Benarés" fue elegido entre los mejores libros publicados en inglés el pasado año por The New York Times y recibió el premio Bollinger Everyman Wodehouse.

Carlos Gosch

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