Este artículo se publicó hace 16 años.
Amos Gitai dice que solo cambiará de registro si el conflicto en Oriente Medio acaba
"Al principio de mi carrera me sugerían que hiciera comedia o romance, pero la dramática situación en Oriente Medio no puede ser ignorada", ha explicado hoy a Efe el cineasta israelí Amos Gitai, quien no entiende el cine sin el compromiso de "contribuir al debate común, a abrir posturas en ese diálogo".
"Ese ha de ser el papel de la cultura. Sólo cambiaré de registro si el conflicto en Oriente Medio acaba", ha apuntado Gitai, quien se encuentra en Madrid participando en varias actividades programadas por la Casa Sefarad-Israel, institución española cuyo objetivo es el de fomentar la cultura judía, el estudio del legado sefardí y la cooperación entre las sociedades española e israelí.
Gitai debatirá hoy con el público madrileño en el Círculo de Bellas Artes acerca de sus dos últimos filmes estrenados en España y que serán proyectados, "Tierra prometida", sobre la trata de blancas en Europa del Este, y "Zona libre", la reunión en un taxi de una ciudadana palestina, una judía y una estadounidense.
Estaba estudiando arquitectura, siguiendo la profesión de su padre, cuando la guerra de Yom Kippur interrumpió sus planes, y fue entonces cuando encontró en una cámara súper-8 su verdadera vocación. Desde entonces su obsesión ha sido relatar el conflicto de Oriente Medio a lo largo de más de 40 títulos.
Pero su pasado como incipiente arquitecto ha dejado en él el gusto por estructurar su filmografía en fases, en muchos casos a través de trilogías, para así "mostrar de un modo más amplio la verdadera imagen de Oriente Medio, habitualmente caricaturizada en televisión, incluso en los informativos, que resumen una realidad 20 segundos. La realidad es más contradictoria".
A menudo, ha apuntado Gitai, "los medios de comunicación no se esfuerzan lo suficiente a la hora de reflejar lo que ocurre. Ofrecen una y otra vez el mismo mensaje, cuando la realidad es que cada día se está escribiendo el destino de este conflicto, lo ocurrido hoy cambiará mañana".
"A diferencia de Europa, el drama en Oriente Medio aún no es pasado, ocurre ahora, y es algo de lo que el cine israelí no puede escapar", prosigue.
"Espero que en 60 ó 70 años este sufrimiento sea un recuerdo remoto para los cineastas de mi país y que entonces se analice cómo se podía haber logrado la reconciliación antes. Pero ahora es un complejo ejercicio de análisis el que se debe afrontar, ya que se está haciendo desde el epicentro del conflicto", ha asegurado el director, que tiene dos cintas pendientes de estreno.
Una de ellas es "Disengagement", con Juliette Binoche y la legendaria Jeanne Moureau como protagonistas y que muestra el periplo de una francesa y su hermanastro israelí a lo largo de la Franja de Gaza en 2005, durante la retirada de Israel de la zona.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.