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Amos Oz confiesa sus sentimientos de "amor e ira" hacia Israel

EFE

El escritor israelí Amos Oz, que recibirá este viernes en España el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2007, aseguró hoy que sus sentimientos respecto a su país son "una combinación de amor e ira".

Amos Oz, nacido en Jerusalén en 1939, considera "patria y familia" a Israel, país donde ha ejercido una voz crítica con los gobiernos desde hace cuatro décadas.

El escritor hizo estas declaraciones en la ciudad española de Oviedo, en el principado de Asturias, donde el viernes próximo recibirá el galardón de las Letras de manos del heredero de la Corona española, el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón.

El 27 de junio pasado, el jurado de estos Premios anunció que galardonaba a Oz como reconocimiento a "la defensa de la paz entre los pueblos" que hace en su obra y por su contribución "a hacer de la lengua hebrea un brillante instrumento para el arte literario y para la revelación certera de las realidades más acuciantes y universales de nuestro tiempo".

El jurado también valoró en el narrador, ensayista y periodista la denuncia que hace "de todas las expresiones del fanatismo".

La rueda de prensa en la que Amos Oz compareció hoy versó más sobre el conflicto entre Israel y Palestina que sobre su propia obra literaria.

"Amo a Israel incluso cuando no me cae bien, incluso cuando tengo ganas de enterrarlo", dijo Oz al explicar que no mantiene una postura laica, sino que se siente "tremendamente vinculado" con el futuro de su país natal.

Considerado el mejor escritor israelí del momento, Oz reconoció que "es un poco difícil" ejercer de profeta "en un país en el que hay tanto negocio de la profecía", pero añadió que cree que a la postre habrá una solución y "habrá un país de Israel viviendo al lado de Palestina, en paz y convivencia".

En su opinión, la única alternativa es la creación de dos estados, porque palestinos y judíos no tienen a otro lugar a donde ir y no se puede pretender que vivan "como una familia feliz porque son dos familias diferentes".

Aunque desconoce cuánto tiempo se tardará en alcanzar esa solución, el autor de "Donde aullan los chacales y otros cuentos" advirtió que nunca infravalora "el poder de los fanáticos y extremistas" para interrumpir todo esfuerzo en favor de la paz.

En cualquier caso, expresó su convencimiento de que en la actualidad quizás se estén haciendo por parte de palestinos e israelíes los "esfuerzos más fuertes que se hayan hecho en muchos años" para conseguir la paz.

Oz no reconoció el papel de Estados Unidos en este conflicto, ya que, en su opinión, "ha cometido muchos errores" y uno "colosal" como fue la invasión de Irak.

Para el autor de "Una historia de amor y oscuridad" es imposible imponer una democracia con pistolas, sino que debe "nutrirse, animarse y apoyarse" allí donde exista un "núcleo de sociedad civilizada y una clase media fuerte, sin la que no puede existir".

"En Oriente Medio es muy difícil implantar una democracia y de haber una forma de hacerlo, el camino no pasa por invasiones o soluciones militares, sino por una especie de Plan Marshall", dijo este escritor y articulista que cree "firmemente" en las ayudas económicas para "animar y fomentar la paz" en la región.

Oz también dijo que está convencido de que hay una "posibilidad realista" de alcanzar un "alto el fuego" con Hamás, pero que, por desgracia, la paz "no es posible" con una organización "fanática y fundamentalista comprometida con la destrucción total de Israel".

Enamorado del desierto del Neguev, Oz explicó que divide su vida entre una parte literaria, a la que dedica las mañanas desde que se levanta a las cinco hasta que echa una pequeña siesta y dedica el resto del día a la parte política y pública "para escribir artículos diciendo al Gobierno que se vaya al infierno".

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