Este artículo se publicó hace 14 años.
Amy Macdonald huye de las modas en su segundo álbum, "A curious thing"
Con apenas 22 años, la británica Amy Macdonald ha logrado hacer las cosas a su manera y reina en la generación de Twitter y Myspace defendiendo viejos valores: sigue confiando en la radiofórmula más que en Internet y antepone el esfuerzo artístico sobre la fama para presentar su segundo trabajo.
"Hay demasiada exageración y autobombo entre los artistas actuales. Terminas sabiéndolo todo de ellos antes incluso de haber escuchado sus canciones", sentencia Macdonald en entrevista con Efe, horas antes de actuar por vez primera en Madrid, en la sala Joy Eslava, para presentar su segundo disco, "A curious thing", a la venta el próximo 9 de marzo.
Debutó en las listas de éxitos de su país en 2007, arrebatando el número uno a Radiohead, y en apenas dos años ha conquistado el resto del mundo. En todo este tiempo nunca ha dudado en posicionarse en contra de muchas de las leyes que hacen ahora de un músico una celebridad.
A pesar de los centenares de entrevistas a los que se ha enfrentado desde que lanzara "This is the life", mantiene una honestidad inusitada para un artista en promoción y se apresura a aclarar que su colaboración con otra institución de su país, Paul Weller, "no fue tan excitante como parece, ya que él sólo grabó la líneas de bajos y no coincidimos -dice- en el estudio".
Conoció a Weller cuando fue su telonera en parte de su gira europea y su relación personal se trasladó a esta breve colaboración profesional.
Para encontrar inspiración a la hora de componer este "A curious thing", la escocesa ha intentado que su persona "no desaparezca en medio de la vorágine" de un éxito logrado paso a paso en estos dos años.
Su casa sigue estando en un pequeño pueblo de Escocia, a pocos kilómetros de Glasgow, y su lugar preferido para componer sigue siendo la casa de su manager y productor, Pete Wilkinson, en Surrey.
"Cuando regreso a casa necesito normalidad, llevar una vida con amigos, familia y sesiones de cine, que no me vean como a alguien a quien quieras conocer porque es famosa"
Esa necesidad de llevar una vida "ligeramente aburrida" contrasta con la canción con la que avanza esta reválida, "Don't tell me that it's over", que ha querido que presente su nuevo álbum, "con algo de épica y diversión".
Comenzó a componer temas para este trabajo la pasada primavera, aprovechando los dos meses que su gira mundial le dejó libre. Amy Macdonald no quería compaginar la gestación de "A curious thing" con ninguna otra cosa y así lo hizo.
"Quería huir de la presión y pensé que no iba a poder desconectar en tan poco tiempo de todo lo que estaba viviendo, pero lo cierto es que incluso me inspiró", recuerda.
Tan segura está de lo que quiere y de cómo lo quiere conseguir, que sigue confiando en la radiofórmula en medio del boom de Internet.
"La radio es la que me abrió las puertas al éxito -explica-. Los cambios de los últimos años hicieron que, al principio, no pudiera acceder a las emisoras porque ya no querían hacer hueco a cosas nuevas o a artistas no conocidos, pero el reconocimiento que logré en Reino Unido -prosigue- fue la clave para poder sonar en otros países y, de esa forma, lograr conciertos".
Su actuación en la sala madrileña Joy Eslava será una nueva oportunidad de darse a conocer ante el público español, como hizo en Barcelona a finales de 2008 y el pasado verano en el Festival Sonorama, de Aranda de Duero (Burgos).
"Prefiero actuar en una sala de conciertos que en un festival de música, donde el público puede estar ante ti por razones muy diferentes y el ambiente que se genera es muy distinto". De nuevo Amy se vuelve a salir con la suya.
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