Este artículo se publicó hace 14 años.
Los analgésicos opiáceos aumentan el riesgo de fractura
Por Amy Norton
Los adultos mayores que tomananalgésicos poderosos, llamados opiáceos, pueden sufrirfracturas, especialmente con el uso de dosis moderadamentealtas.
Los opiáceos son analgésicos narcóticos, como la morfina,la oxicodona (Oxycontin y otras marcas) y la hidrocodona(Vicodin, entre otras).
Los fármacos alivian el dolor grave en el corto plazo, perola efectividad de largo plazo se desconoce. Además, con un usomás prolongado aumenta el riesgo de adicción y efectosadversos, como náuseas, constipación, mareos y sedación.
Los mareos y la sedación también incrementan el riesgo desufrir caídas, lo que en un adulto mayor es causa de unafractura.
El nuevo estudio, publicado en el Journal of GeneralInternal Medicine, confirma el peligro de fractura asociado conlos opiáceos y demuestra que las dosis moderadamente altasagravan el problema.
Los autores hallaron que entre más de 2.300 adultos mayorescon dolor crónico, el riesgo de sufrir una fractura crecíacuando los pacientes usaban un opiáceo por tiempo prolongado.
Los participantes tenían 60 años o más y ninguno sufríaproblemas oncológicos. La elección se debió a que las guíaspara tratar el dolor por cáncer son distintas a las usadas paraotro tipo de dolores.
La tasa anual de fracturas en pacientes que no usabanopiáceos era inferior al 4 por ciento, mientras que en losusuarios era del 6 por ciento. Y entre los que tomaban por lomenos 50 miligramos diarios, la tasa anual era del 10 porciento.
Según los autores, se considera que 50 miligramos es unadosis moderada de opiáceos.
"Algunas de esas fracturas eran graves", dijo elinvestigador Michael Von Korff, del Group Health ResearchInstitute, en Seattle.
El especialista explicó que el 37 por ciento de lasvíctimas de fracturas debió ser hospitalizado y un cuartoingresó a un hogar de cuidados al mes del accidente.
Estos datos surgen justo cuando se está revisando el usoprolongado de opiáceos en pacientes sin cáncer.
Unos 8 millones de estadounidenses usan opiáceos paraaliviar el dolor crónico, dijo Von Korff. Aun así, se desconocesu efectividad en el largo plazo, que variaría de persona apersona. Mientras que algunas obtienen alivio, en otras, eldolor empeora, precisó.
El estudio incluyó a 2.341 adultos mayores, a los que seles recetó un opiáceo durante por lo menos 90 días entre el2000 y el 2005. En la mayoría de los casos, por dolor crónicode espalda, osteoartritis o dolor en las extremidades.
Para reducir el riesgo de caídas y otros efectos adversos,Von Korff aconsejó que esos pacientes traten con un solo médicoque conozca todos los fármacos que utilizan. Eso evitará lasinteracciones farmacológicas peligrosas.
Y dada la importancia de la dosis, Von Korff dijo: "Nuncahay que usar más fármaco del que indicó el médico" y recomendóque los usuarios de opiáceos que se sientan muy sedados, conmareos o que se caigan conversen con sus médicos.
FUENTE: Journal of General Internal Medicine, online 5 deenero del 2010
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