Un año maldito para las bolsas

Trágico y desconcertante, 2008 ha sido el peor año bursátil desde la Gran Depresión, con descensos cercanos al 40% en un contexto de incertidumbre marcado por quiebras y planes de rescate.

El terremoto financiero abrió el camino hacia la recesión global. La histeria provocó desplomes cercanos al 10% en más de una ocasión, pero también hubo avances históricos, fruto de una volatilidad extrema. Como telón de fondo, en ambos casos, el deterioro macroeconómico y los audaces remedios de los gobiernos y bancos centrales.

Para el Ibex, el balance es muy negativo: tras cinco años consecutivos de ganancias, ha cedido un 39,43%, superando con holgura debacles como la de 2002, la de 1977 o la de 1931. “2008 es el año más difícil desde el crash del 29”, sostiene el presidente de Bolsas y Mercados Españoles, Antonio Zoido, que cifra en 338.000 millones de euros la pérdida de capitalización de las empresas cotizadas. Sólo Unión Fenosa ha escapado a los números rojos, gracias a la opa de Gas Natural. De los pesos pesados, Telefónica ha aguantado el tipo (–25%), mientras que BBVA y Santander han sufrido un recorte cercano al 50%. Otro sector, el inmobiliario y constructor, ha pagado los excesos de anteriores etapas con bajadas incluso superiores al 90%.

Falta de confianza

Wall Street también ha sufrido uno de sus años más negros, lastrado por la falta de confianza en el sistema, las subprime, la restricción crediticia, las nacionalizaciones, el ocaso de la banca de inversión y el caso Ma-doff. Los mismos factores, unidos a la apreciación del yen, han convertido a 2008 en el peor año para el Nikkei, y otras plazas internacionales han vivido un escenario similar.

Mientras tanto, la cotización de las materias primas, en general, y del petróleo, en particular, ha experimentado grandes vaivenes: el barril de Brent, por ejemplo, arrancó enero en 94 dólares, llegó a 146 en julio y ayer terminó en 40,42 dólares. Las tensiones geopolíticas determinarán, principalmente, la evolución del crudo a corto plazo.