Este artículo se publicó hace 13 años.
Apple apuesta por la continuidad y la confianza en su estrategia
El cambio de rumbo de Apple, a pesar de la caída de sus acciones, parece estabilizado tras la renuncia de Steve Jobs y la confirmación como consejero delegado de Tim Cook, cuyo mayor reto será a largo plazo, ya que la estrategia de la compañía está planificada para los próximos años.
"Steve Jobs es Apple. Apple es Steve Jobs. Pero sabíamos que esta situación llegaría en algún momento", dijo al canal CNN Leigh Gallagher, directora general asistente de la revista especializada Fortune. "Tim Cook ya no es un extraño para los mercados y lo que está ocurriendo en Wall Street entra en el escenario común", añadió.
Las acciones de Apple caían a última hora del miércoles más del 5 por ciento -unos 18.000 millones de dólares en valor de mercado- en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de Wall Street tras conocerse la renuncia por sorpresa de Jobs, y en la mañana de hoy había descendido un 2,11 por ciento más.
Sin embargo, las acciones del creador del iPhone acumulan un ascenso del 16,62% en lo que va de año y una subida del 56,79% en los últimos doce meses.
Aunque Jobs no explicó los motivos de su decisión, todo apunta a un empeoramiento de su salud tras superar un cáncer de páncreas en 2004 y someterse a un trasplante de hígado en 2009.
"Yo lo sigo viendo como una gran oportunidad para comprar, porque las acciones no van a bajar mucho más", apuntó Gallagher. "De hecho la bajada fue mucho mayor cuando Jobs anunció en enero su baja médica. Él sabía que debía preparar a la empresa para este momento, y Apple es sostenible para los próximos cuatro o cinco años. La clave es qué pasará después", añadió la especialista.
La empresa posee productos en desarrollo hasta 2013 y tiene fijados los pasos que debe seguir hasta 2015.
Daniel Ernst, analista económico de Hudson Square Research, sostuvo que la renuncia de Jobs no tendrá un "impacto inmediato" en el gigante tecnológico.
"Creo firmemente que la empresa pisa firmemente el camino hacia la innovación y el crecimiento", explicó Ernst a la revista The Hollywood Reporter. "Las acciones pueden bajar ahora, pero la historia de Apple no trata de un día en concreto, sino que es una larga historia de innovación en productos, ganancias en bolsa y ejecución operativa", agregó.
La responsabilidad a partir de ahora recae por completo sobre los hombros de Cook, un hombre, según quienes lo conocen a fondo, con gran ética de trabajo, amante de Bob Dylan y del ejercicio físico -el ciclista Lance Armstrong es uno de sus héroes-, menos autoritario que Jobs y que en 1996 fue erróneamente diagnosticado con esclerosis múltiple, momento desde el que comenzó a recaudar fondos para la investigación contra esa enfermedad.
"Quiero que tengáis confianza en que Apple no va cambiar", dijo hoy Cook en una carta enviada a los empleados de la empresa. "Steve construyó una compañía y una cultura únicas en el mundo y vamos a seguir así; ese es nuestro ADN. Vamos a seguir haciendo los mejores productos del mundo", añadió.
Cook, de 50 años, jefe de operaciones estos meses, ha sido el rostro visible de Apple desde que Jobs anunciara su baja médica indefinida en enero. Bajo ese cargo era responsable de las operaciones y ventas de la compañía a nivel mundial, incluyendo la gestión integral de la cadena de suministro, las actividades de ventas y el servicio y apoyo en todos los mercados y países.
También lideraba la división de Apple Macintosh y jugaba un papel clave en el desarrollo continuo de las relaciones estratégicas de reventa y suministro.
Ahora, confiando en la estrategia de la compañía y en el futuro de nuevos productos como el iPhone 5, el nuevo sistema operativo iOS o el iPad 3, deberá mantener esa línea de expectación y buenos resultados en cuanto a innovación y diseño que ofrecía Jobs puntualmente.
Los analistas se preguntan precisamente si Cook será capaz de mantener la visión de empresa del anterior consejero delegado y si será capaz de generar las ideas que llevaron a Jobs a convertir Apple en la empresa que es hoy día tras multiplicar por 34 el valor de la compañía, que pasó de unos 5.000 millones de dólares en 2000 a 170.000 millones en la actualidad, por encima de Google.
"No hay nadie que pueda reemplazar a Jobs, pero Apple es una empresa brutal que rebosa inteligencia y cuyos empleados son brillantes", concluyó Gallagher.
Antonio Martín Guirado
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