Este artículo se publicó hace 14 años.
Las áreas del cerebro que crecen más en la infancia distinguen a los humanos de los simios
Las regiones del cerebro humano que crecen más durante la infancia son aproximadamente las mismas que distinguen el cerebro humano del de los simios y los monos, según un artículo que publicó hoy Proceedings of the National Academy of Siences.
La profesora Terrie Inder y su equipo en la Escuela de Medicina de la Universidad Washington en St. Louis, Missouri (EE.UU.), hicieron el descubrimiento de manera accidental cuando estudiaban el desarrollo del cerebro en los bebés nacidos prematuros.
Los científicos buscaban evaluar los efectos a largo plazo del nacimiento prematuro sobre el desarrollo cerebral, que pueden incluir riesgos mayores de dificultades para el aprendizaje, déficit de la atención, problemas de la conducta e impedimentos cognitivos.
Y para su trabajo usaron un método conocido como reconstrucción de superficie, con el cual se cotejan las regiones y estructuras comparables en muchos cerebros diferentes. El método ha permitido crear mapas del cerebro.
"La corteza cerebral del infante humano nacido a término tiene pliegues complejos similares a los de la corteza del cerebro adulto, pero tiene sólo un tercio de superficie total", explicó el artículo.
En la comparación de 12 bebés sanos nacidos a término con 12 adultos jóvenes sanos los investigadores encontraron que la corteza cerebral, el área arrugada de la superficie del cerebro donde ocurren las funciones mentales superiores, crece después del nacimiento de "manera notablemente desigual".
Todas las regiones crecen a medida que el cerebro madura, pero las regiones temporal lateral, parietal y frontal de la corteza se expanden casi el doble que otras regiones.
El pionero en el método de reconstrucción de superficie, David Van Essen, del Departamento de Anatomía y Neurobiología, recordó que "mediante las comparaciones entre humanos y monos macacos demostramos que muchas de estas regiones de alto crecimiento se expanden en los humanos como resultado de una evolución reciente".
Precisamente, son estas regiones que más crecen después del nacimiento las que diferencian un cerebro humano de un primate.
Estos cambios por evolución "han hecho que el cerebro humano sea mucho más grande que el de cualquier otro primate", añadió. "La correlación no es perfecta pero es demasiado buena como para atribuirla al azar".
Las regiones de más crecimiento son las que están vinculadas con funciones mentales avanzadas como el lenguaje y el razonamiento, y lo que Van Essen califica como "las capacidades que nos distinguen como humanos".
Los científicos también se preguntaron por qué podría demorarse el crecimiento de esas regiones del ser humano hasta después del nacimiento.
Van Eseen opina que en los humanos el crecimiento físico de esas áreas cerebrales quizá se postergue para permitir que ellas sean moldeadas por las experiencias tempranas en la vida.
Indes dijo que otra explicación posible para las tasas diferentes de desarrollo es la limitación en el tamaño del cerebro impuesta por la necesidad de pasar por a través de la pelvis de la madre en el parto.
"Es posible que el cerebro responda a prioridades", añadió. "Por ejemplo la visión es un área importante del cerebro en el nacimiento porque el bebé necesita de mamar y de reconocer a sus parientes. Otras áreas del cerebro que no son tan importantes en el comienzo de la vida, pueden ser las que se crecen más a medida que el niño madura".
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