Este artículo se publicó hace 13 años.
Arrecian las protestas en Alemania contra el tren con residuos radiactivos
Las protestas de los antinucleares contra el tren "castor" cargado de residuos radiactivos arreciaron hoy en Alemania, mientras el convoy se acerca entre fuertes medidas de seguridad a su destino, el deposito de Gorleben (norte del país).
A las 11.45 GMT el transporte se detuvo en la localidad de Seelze, en las proximidades de Hannover, según confirmó la cadena pública alemana ZDF, con lo que tan sólo le quedan ya unos 200 kilómetros de recorrido.
La jornada estuvo plagada de acciones de protesta, como la de varios activistas en Harlingen, cerca de Gorleben, que bloquearon las vías del ferrocarril con neumáticos a los que prendieron fuego.
No obstante, es en Metzingen, otra localidad cercana al cementerio nuclear, donde se están registrando los peores incidentes.
En esa ciudad los agentes han cargado hoy varias veces contra alrededor de 300 activistas, que han intentado en diversas ocasiones romper el cordón policial y llegar hasta las vías, y anoche, durante los enfrentamientos entre policías y ecologistas, ardieron dos vehículos policiales.
La policía informó en un comunicado que sus efectivos fueron atacados en Metzingen con cócteles molotov, bengalas y piedras, y los activistas y medios de comunicación destacaron el abundante uso de cañones de agua, pelotas de goma y gases lacrimógenos por parte de las fuerzas de seguridad.
Fuentes antinucleares aseguraron que en ese lugar han logrado desenterrar unos 20 metros de vías, una de las estrategias más practicadas por los activistas para detener el tren.
Además, durante la madrugada y la mañana los antinucleares han logrado parar en varias ocasiones el tren "castor" a su paso por la región del Palatinado y en el estado federado de Hesse, ambos en el oeste del país.
Las fuerzas de seguridad, que han desplegado a un total de 20.000 efectivos para asegurar el recorrido de este polémico tren, han aplicado este año una nueva estrategia de "tolerancia cero", como apuntó en su edición de hoy el periódico "Berliner Tageszeitung".
"La policía ha reaccionado con una fuerza inusual contra las protestas", señalaba en portada este rotativo, que recordó que en años anteriores las fuerzas de seguridad no actuaron contra los antinucleares hasta que estos no intentaron detener el tren.
A mediodía está prevista una gran manifestación en contra de la energía atómica en la localidad de Dannenberg, la más cercana al cementerio nuclear de Gorleben, en la que los organizadores prevén congregar a varios miles de activistas.
No obstante, aún no se conoce cuándo llegará el "castor" a esta localidad, en donde los once contenedores con 2.500 toneladas de basura altamente radiactiva deben ser reubicados en camiones para recorrer los últimos kilómetros por carretera hasta el depósito temporal de Gorleben.
El convoy con los contenedores, conocidos como "castor", entró en territorio alemán ayer por la mañana por la localidad de Saarbrücken (oeste del país) procedente de la planta de procesamiento de basura atómica de Le Hague (oeste de Francia).
No obstante, el jueves por la noche ya se produjeron en territorio alemán los primeros incidentes relacionados con el paso del tren, cuando la policía empleó cañones de agua contra unos 800 manifestantes en Wendland.
Desde hace años, los transportes de desechos radiactivos por Alemania generan fuertes protestas del colectivo antinuclear, con recurrentes sucesivos cortes de las vías en su trayecto al depósito de Gorleben.
Tras las multitudinarias concentraciones del año pasado, las más concurridas en décadas, las protestas de 2011 serán las primeras tras el aprobación del "apagón" nuclear de la canciller federal, Angela Merkel, bajo el impacto de la catástrofe de la central atómica de Fukushima.
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