Tres hijos y la hermana de un antiguo jefe del cartel de las drogas de Cali fueron arrestados el miércoles en Colombia acusados de formar parte de una red de lavado de activos del narcotráfico, en una redada en la que también fueron detenidas otras personas, dijeron autoridades.

Los capturados, un total de 38, están acusados de conformar la red que estaría liderada por familiares de los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, los jefes del cartel de Cali.

La operación, en la que participó la Policía, la Fiscalía y la DEA de Estados Unidos, incluyó la ocupación de cerca de 140 bienes como edificios, apartamentos, casas, firmas del sector farmacéutico y acciones del Club Deportivo América de Cali valorados en más de 30 millones de dólares, explicó el Fiscal General de la Nación, Mario Iguarán.

Los hermanos Rodríguez Orejuela están presos en una cárcel de Estados Unidos desde que fueron extraditados a mediados de la década de 2000 por dirigir una de las mayores organizaciones de narcotráfico, que en su momento disputaba el negocio de las drogas con el cartel de Medellín, del fallecido Pablo Escobar.

"Se estableció que diseñaron una estrategia para ocultar, para encubrir, para solapar los bienes adquiridos por su padre y su tío los señores Gilberto y Miguel Rodríguez", dijo Iguarán en una conferencia de prensa.

INCUMPLIMIENTO DE ACUERDOS

Los investigaciones concluyeron que los detenidos continuaron manejando recursos de la organización de los Rodríguez Orejuela producto del tráfico de estupefacientes, incumpliendo un acuerdo al que llegaron los capos arrestados en Estados Unidos en 2006 de entregar los recursos derivados de la actividad del narcotráfico.

Según Iguarán, autoridades estadounidenses tienen nuevos testigos que declararon que el núcleo familiar de los Rodríguez continuaba escondiendo bienes a través de testaferros, personas que por su perfil económico administraban los recursos de actividades ilícitas para blanquearlos o legalizarlos.

No obstante, el abogado de los hijos de los Rodríguez, Jaime Humberto Gil, manifestó que la familia de los capos no ha incumplido los acuerdos con las autoridades y que sus recursos proceden de actividades lícitas.

"Ellos se van a defender porque me parece que sí es una situación injusta, máxime cuando ha habido unos acuerdos", dijo.

"Ellos han sido profesionales dedicados a sus áreas de economía y de ingeniería y han manejado sus empresas, ha sido gente académicamente muy bien preparada y ejerciendo sus profesiones", agregó.

Según autoridades, el poder del cartel de Cali no consistía en la capacidad de exportar grandes cantidades de cocaína sino en su visión empresarial del negocio del narcotráfico.

Los capos se dedicaron a formar un emporio económico en el que invertían sus ganancias en sociedades comerciales y capacitaron profesionalmente a los miembros de su familia.