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El arte de cambiar las voluntades

Río y Chicago se perfilan como rivales de la candidatura española

I. ROMO / E. MARÍN

El viernes se decide el destino del sueño olímpico de Madrid. Las candidaturas disponen de cinco días para redoblar sus estrategias de convicción y tratar de persuadir por última vez a los 106 miembros del Comité Olímpico Internacional (COI). Es tiempo de lobby, ese término inglés (significa literalmente vestíbulo) con el que se designa tanto a los grupos de presión como a las conversaciones informales. Trabajo de pasillos.

Uno de los miembros del COI no votará el viernes. Aunque lo hará indirectamente, a través del tremendo peso que tienen sus declaraciones en los medios y sus conversaciones de puertas para adentro. Es Jacques Rogge, un cirujano belga que fue campeón mundial de vela antes de dedicar su vida al deporte olímpico. El sucesor de Juan Antonio Samaranch al frente del buque del COI anclado en Lausana se abstendrá.

Sólo Tokio aparece rezagada en los pronósticos de la primera votación

Todos los expertos consultados por Público estos son días de confesiones, afirmaciones fuera de micrófono y cábalas consideran que estamos ante una elección muy difícil de predecir. No basta con saber cuál es la opción preferente de cada miembro del COI porque esa candidatura podría caer en primera o en segunda ronda y la migración de esos votos se convertirá en una gran incógnita.

La primera votación tendrá lugar el viernes a las cuatro de la tarde. Además de Jacques Rogge, hay que suprimir de la lista de votantes a otros siete miembros del COI. ¿Por qué? Por pertenecer a países directamente involucrados en candidaturas. Así, el español Juan Antonio Samaranch junior (hijo del ex presidente), los japoneses Igaya y Okano, los estadounidenses Easton y DeFrantz y los brasileños Havelange y Nuzman asistirán a la primera ronda de votos como convidados de piedra.

Si en esa primera criba una ciudad gana por mayoría absoluta será automáticamente nombrada sede de los Juegos de 2015. Para ello necesita la mitad más uno del total de 98 votos que se emitirán (si no causa baja ningún miembro) y, según fuentes olímpicas consultadas, la probabilidad de que una candidatura logre 50 votos en el envite inicial es escasa. Esta votación envía señales, indica por dónde van los tiros. Así, con ocasión de la elección de Londres 2012, la capital británica ganó la votación decisiva a París (54 a 50) después de haber debutado también con victoria: ganó la primera ronda con 22 votos.

Europa, por culpa de 2020, puede convertirse en el enemigo de Madrid

Eliminada la ciudad con menos apoyos, lo mismo sucede en la segunda votación: o mayoría absoluta o tercera y definitiva ronda con las dos más votadas.

Paradójicamente, Madrid encontrará el obstáculo más grande en su propio continente. Son muchos los países europeos que han comunicado su intención de presentar candidaturas en 2020. Entre ellos, Alemania (Berlín), o Italia (Milán y Roma), que suman ocho miembros del COI. Para estos también se habla de Budapest, Praga o Varsovia, si Madrid es elegida rompiendo la rotación de continentes de los últimos 60 años, una secuencia de tres sedes europeas seguidas se convierte en imposible.

La sorpresa positiva para Madrid puede estar en América. Son 14 votos que, según fuentes cercanas al COI, no están del todo volcados con Brasil.

 

 

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