Este artículo se publicó hace 12 años.
La Asamblea Federal elige hoy a Joachim Gauck como nuevo presidente alemán
La Asamblea Federal, compuesta por los 620 diputados del Bundestag y otros tantos delegados de los 16 estados federados, elige hoy al pastor evangélico independiente y antiguo disidente de la RDA Joachim Gauck como nuevo presidente de Alemania.
El aval para su candidatura de los partidos del Gobierno de la canciller, Angela Merkel, y las dos principales fuerzas de la oposición, socialdemócratas (SPD) y Verdes, hace segura su elección en una votación que tendrá lugar este mediodía.
Gauck cuenta con el respaldo de unos 1.100 de los 1.240 miembros de la Asamblea Federal, que solo se constituye para elegir al nuevo jefe del estado alemán, en esta ocasión tras la dimisión a mediados de febrero de Christian Wulff, acosado por un escándalo de corrupción y tráfico de influencias.
El pastor evangélico tendrá como única rival relevante en la votación que se celebrará en el histórico edificio del Reichstag a la cazanazis Beate Klarsfeld, candidata presentada por la formación de La Izquierda, partido que no fue invitado a la reunión en la Cancillería para consensuar al aspirante mayoritario.
Con 124 delegados en la Asamblea Federal, La Izquierda y su candidata carecen de posibilidad alguna, si bien el partido que agrupa a los excomunistas germano orientales y a disidentes del SPD espera poder arañar algún voto inconformista del resto de las formaciones.
Puramente anecdótica es la candidatura del revisionista de la ultraderecha Olaf Rose, quien entre otras cosas sostiene que Rudolf Hess, lugarteniente de Adolf Hitler, no se suicidó a los 93 años en la cárcel berlinesa de Spandau, sino que fue asesinado por los aliados.
Rose es el candidato presentado por el ultraderechista Partido Nacionaldemócrata (NPD), cuya ilegalización discuten el resto de las formaciones y que cuenta con tan solo tres delegados en la Asamblea Federal salidos de su escueta representación en las cámaras regionales alemanas.
Gauck se convertirá en el undécimo presidente de la República Federal Alemana y el primer independiente, ya que todos sus antecesores militaban en partidos políticos con representación parlamentaria.
Sobre los hombros de Gauck carga ahora la responsabilidad de devolver a la Presidencia de Alemania, un cargo de contenido simbólico y representativo, la autoridad moral perdida, si bien la gran mayoría de los alemanes, según las encuestas, consideran que es la persona adecuada para conseguirlo.
El prestigio de Gauck se basa en su rebelión contra el régimen comunista de la extinta RDA desde su púlpito en la germano oriental ciudad de Rostock, pero sobre todo por su labor tras la caída del Muro de Berlín como primer responsable de la custodia de los archivos de la Stasi, la otrora todopoderosa policía política que controlaba a los ciudadanos del Este del país.
La esperada elección de Gauck, de 72 años, traerá consigo además que la RFA cuente por primera vez en su historia con dos dirigentes procedentes de la extinta RDA y de confesión evangélica como la propia canciller federal, Angela Merkel.
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