Este artículo se publicó hace 13 años.
Una asistente del artista chino Ai Weiwei fue amenazada durante el interrogatorio policial
Una de las asistentes que trabajaban con el artista y disidente detenido el domingo Ai Weiwei, fue insultada y amenazada durante un interrogatorio policial, informó hoy el diario independiente "South China Morning Post".
La asistente, llamada Liu Yanping y de unos 30 años de edad, señaló al diario que fue interrogada en particular acerca de la investigación independiente que Ai realizó sobre la influencia de la corrupción en el desplome de escuelas en el terremoto de Sichuan de 2008 en el que murieron unos 5.000 niños.
Investigación que hace dos años le valió al artista una paliza por parte de la Policía que le produjo un derrame cerebral.
El testimonio de esta asistente contradice declaraciones oficiales que aseguran que el famoso artista contemporáneo chino está siendo investigado por supuestos delitos económicos y que su detención no tiene nada que ver con los derechos humanos.
"Les dije que me había unido al taller de Ai como voluntaria para ayudar en el trabajo de investigación sobre el terremoto de Sichuan, y que por lo tanto no sabía nada sobre su situación financiera", aseguró esta asistente al ser interrogada por su salario y después de que la Policía comprobara que no llevaba ninguna grabadora.
Liu fue cuestionada en la comisaría de Nangao, en el distrito pequinés de Chaoyang, el jueves, por un policía apellidado Zhao que la insultó y la amenazó con castigar a su marido si se negaba a cooperar con él.
"Incluso me empujó contra la silla cuando le pedí después de dos horas que me dejara ir al baño. Otros dos policías uniformados se limitaban a mirar mientras Zhao me humillaba. Y sólo me dejaron ir al lavabo cuando permitieron que me marchara a las 10 de la noche", explicó al rotativo independiente.
Liu es una de las asistentes y colaboradoras del artista que han sido interrogados desde que éste fue detenido el domingo, cuando se disponía a tomar un vuelo en el aeropuerto de Pekín con destino a Hong Kong.
La detención del diseñador del estadio olímpico de Pekín 2008 ha disparado las críticas de grupos de derechos humanos, gobiernos como el de EEUU, Europa o Australia y ha aglutinado al mundo artístico, que pide firmas para su liberación en la web change.org.
Aunque el Gobierno chino ha asegurado que su detención es acorde con la ley, a fecha de hoy la familia de Ai todavía no ha recibido la notificación a la que obliga la ley transcurridas 24 horas de una detención, y la Policía no ha emitido ninguna orden formal de arresto transcurrido el plazo legal de 48 horas.
De hecho, el diario ultranacionalista y gubernamental "Global Times" volvió a publicar un segundo artículo editorial contra el artista en el que arremete contra la presión de Occidente, aunque reconoce que hubo irregularidades en la detención de Ai.
El Gobierno debería ser "más prudente cuando se decida a arrestar a figuras públicas (como Ai), la próxima vez deberían preparar evidencias más convincentes antes de decidir actuar", señala el rotativo portavoz del régimen de la segunda potencia económica.
El portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores Hong Lei aseguró el jueves que el creador estaba siendo investigado por supuestos delitos económicos y que su detención nada tenía que ver con los derechos humanos, declaraciones que desaparecieron ayer de la transcripción de la rueda de prensa en la web ministerial.
La detención de Ai culmina la campaña de represión más dura en una década contra la mermada disidencia china, en la que 200 activistas, intelectuales y abogados han sido detenidos, han desaparecido o han sido acosados, después de que el premio Nobel de la Paz recayera en octubre en el preso político Liu Xiaobo.
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