Este artículo se publicó hace 13 años.
Asocian antioxidantes con distintos efectos en el cáncer mamario
Por Amy Norton
Las mujeres con cáncer demama que toman antioxidantes tendrían un aumento o descenso delriesgo de morir o volver a desarrollar un tumor, según lavitamina que utilicen.
Un equipo halló que en un grupo de 2.300 mujeres con elcáncer en estadio inicial, las usuarias de vitaminas C o Etenían menos riesgo que el resto de volver a desarrollar untumor en cinco años.
Por otro lado, las mujeres que consumían una mezcla decarotenoides tenían más riesgo de morir por la enfermedad, uotra causa, que las que no lo hacían. Los carotenoides incluyennutrientes como la vitamina A, el betacaroteno y la luteína.
Los resultados publicados en la revista Cancer no pruebanque los antioxidantes causen los efectos observados. Pero sí sesuman a la lista de riesgos que implicaría el uso de altasdosis de carotenoides, según opinó la autora principal, HeatherGreenlee, profesora asistente de epidemiología de la ColumbiaUniversity.
"El estudio se suma a las pruebas de que consumirsuplementos con altas dosis de carotenoides es peligroso. Lapoblación debería pensar bien antes de usarlos", indicó.
En cuanto a otros antioxidantes, Greenlee comentó que laSociedad Estadounidense del Cáncer y el InstitutoEstadounidense para la Investigación del Cáncer sostienen queno existe demasiada evidencia como para recomendar el uso desuplementos alimentarios para prevenir el cáncer o larecurrencia tumoral.
También existe preocupación sobre el uso de altas dosis deantioxidantes durante la quimioterapia o la radioterapia. Losantioxidantes protegen a las células del daño oxidativo. Losfármacos oncológicos y la radioterapia funcionan en partegenerando ese daño. De modo que, en teoría, los antioxidantesen altas dosis podrían reducir la efectividad del tratamiento.
Aun así, estudios demuestran que las mujeres con cáncermamario suelen utilizar antioxidantes de algún tipo.
Los nuevos resultados surgen de cuestionarios e informaciónde casos de 2.264 mujeres estadounidenses con cáncer de pechoen estadio inicial. El 81 por ciento dijo que había tomado porlo menos un suplemento con antioxidantes en los dos añosposteriores al diagnóstico.
En los cinco años siguientes, las participantes que habíantomado suplementos de vitaminas C o E entre seis y siete díaspor semana tenían menos riesgo de volver a desarrollar cáncer.
El 15 por ciento de las 540 usuarias de vitamina C tuvo untumor recurrente, comparado con el 19 por ciento de las 1.072mujeres que no la consumían. Algo similar ocurrió con lavitamina E.
Por otro lado, el riesgo de morir por el cáncer u otracausa aumentó en las consumidoras de cualquier combinación decarotenoides. El 18 por ciento de las 89 usuarias decarotenoides entre seis y siete días por semana, murió porcáncer mamario, comparado con menos del 7 por ciento de lasmujeres que no consumían esos productos.
Según Greenlee, gran parte del beneficio asociado con lasvitaminas C y E podría explicarse por "el sesgo del usuariosaludable", es decir, las usuarias de suplementos alimentariossuelen tener hábitos saludables.
Y, según opina el equipo, eso hace "todavía mássorprendente" la relación entre el aumento del riesgo de moriry el consumo de carotenoides.
Además de considerar que se necesitan más estudios alrespecto, Greenlee señaló que lo más importante de este estudioes que "no debería asumirse que los suplementos conantioxidantes tienen el mismo mecanismo de acción, como es laidea generalizada (...) Contienen distintas moléculas, condistintos efectos".
Por otro lado, el equipo no halló evidencia de que lareaparición del cáncer mamario o la mortalidad estén asociadascon los antioxidantes de las multivitaminas, que contienendosis más moderadas de cada nutriente.
FUENTE: Cancer, online 27 de septiembre del 2011
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