Este artículo se publicó hace 15 años.
El astillero de Sestao frena la contratación de extranjeros
Tras dos días de paro, las subcontratas aceptan no hacer más contratos en origen
Dos días de paro total en el astillero de La Naval, de Sestao (Vizcaya), han bastado para que sus empresas auxiliares y los trabajadores subcontratados cierren su particular conflicto laboral con un acuerdo que, en la práctica, supone una barrera infranqueable a la contratación de extranjeros en sus países.
La polémica estalló el pasado viernes, cuando centenares de trabajadores subcontratados se plantaron a las puertas de la naviera, privatizada en 2006, para impedir su actividad. La bandera agitada era contra la contratación de extranjeros en sus países de origen con sueldos inferiores (7 euros por hora) a lo que marca el convenio: alrededor de 14. Los sindicatos exigían que se igualaran las nóminas.
La Naval amaneció de nuevo ayer sin actividad, a la espera de que las reuniones previstas entre las partes enfrentadas desembocaran en una entente. Y esta llegó, pero con extras. Aparte de la equiparación según convenio de las nóminas del personal subcontratado en otros países, el acuerdo estipula que, a partir de ahora, las empresas auxiliares de La Naval deberán realizar cualquier nueva contratación "en destino", es decir, en España.
En la práctica, esto supondrá el cierre de una puerta en la naviera a la llegada de inmigrantes de otros países. "Las empresas podrán contratar a extranjeros, pero tendrán que estar aquí ya registrados, en el INEM", matizó el representante de CCOO José Luis Fraiz.
Lo que aún es una incógnita es cuál es la situación real en que quedan los extranjeros empleados por las empresas auxiliares de La Naval, a la vista de las versiones contradictorias. Ayer mismo, antes de conocerse dicho acuerdo, la naviera hizo público un comunicado en el que aseguraba que "realiza un control exhaustivo" de las condiciones de todos los subcontratados. Según agregó, "ninguno (tampoco los extranjeros) está retribuido por debajo de lo que marcan los diferentes convenios de aplicación".
Protesta
La declaración de La Naval cuestiona en sí el fondo de la protesta y su motivación real. En cualquier caso, el astillero vizcaíno ha dado por bueno el acuerdo entre las subcontratas y sus trabajadores. De hecho, ha aceptado implicarse en otra de las medidas pactadas para crear una bolsa de trabajo. En la misma, podrán inscribirse los trabajadores del sector que estén en paro. La bolsa, que controlará la oficina de contratación de La Naval, reducirá también las posibilidades de que las empresas tengan que recurrir a mano de obra del exterior.
La Naval insistió hasta el final en que se trataba de un conflicto laboral de las subcontratas y sus plantillas. Una treintena de esas empresas difundió un comunicado de réplica a los sindicatos para negar que hayan querido "sustituir a trabajadores nacionales por extranjeros".
El ‘ejemplo’ de los ingleses se repite ahora en La NavalLas protestas de trabajadores ingleses contra la contratación de mano de obra extranjera acaparó meses atrás la atención de toda Europa. La crisis y la subida vertiginosa del paro amenaza ahora con originar nuevos conflictos de esa índole, como el vivido en el astillero de Sestao. Curiosamente, este no está en crisis. En 2008 mejoró los resultados de 2007 y tiene carga de trabajo garantizada hasta 2011. El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, rechazó “radicalmente” cualquier atisbo xenófobo en la protesta.
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