Este artículo se publicó hace 15 años.
Un atentado contra los Guardias de Irán causa 31 muertos
Un atentado suicida mató el domingo a seis destacados comandantes de la Guardia Revolucionaria, entre ellos dos de sus máximos oficiales, y a otras 25 personas en uno de los ataques más temerarios contra la institución militar más poderosa de Irán.
El atentado subrayó la creciente inestabilidad en la zona sureste del República Islámica, fronteriza con Pakistán y Afganistán, donde viven muchos miembros de la minoría suní de Irán y que ha sufrido una serie de ataques en los últimos años.
Medios estatales dijeron que un grupo rebelde suní llamado Jundolá (soldados de Dios) se había atribuido la responsabilidad del atentado, el más mortífero sufrido por el cuerpo de élite de la Guardia Revolucionaria en los últimos años, que causó otros 30 heridos en un encuentro de jefes tribales.
La provincia de Sistan-Baluchestan, situada en el sureste del país, ha sido escenario de frecuentes enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad, insurgentes de la etnia suní baluch y narcotraficantes fuertemente armados.
La región también ha sido centro de ataques en los últimos años por parte de Jundolá, que acusa al gobierno iraní liderado por chiíes de discriminación. Responsables iraníes han acusado a Jundolá de recibir apoyos de Al Qaeda y Estados Unidos.
El presidente Mahmud Ahmadineyad dijo que los autores del atentado se enfrentarían a "serias consecuencias", dijo la agencia de noticias oficial IRNA.
Las fuerzas armadas de Irán acusaron a Estados Unidos y Reino Unido de estar implicados en el atentado "terrorista" y amenazó con una venganza, dijo la agencia semioficial Fars News Agency.
El número dos de las fuerzas terrestres de la Guardia Revolucionaria, el general Nurali Shushtari, y el comandante en la provincia de Sistan-Baluchestan, el general Rajabali Mohammadzadeh, estaban entre los muertos.
El atentado y las acusaciones de implicación extranjera elevarán previsiblemente la tensión entre Teherán y Occidente, un día antes de las previstas conversaciones nucleares en Viena entre responsables iraníes, estadounidenses, franceses y rusos.
En Washington, Estados Unidos condenó el ataque y negó que tuviera nada que ver con él.
"Condenamos este acto de terrorismo y lamentamos la pérdida de vidas inocentes. Las informaciones sobre la supuesta implicación de Estados Unidos son totalmente falsas", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly.
La Guardia Revolucionaria es una fuerza élite considerada firmemente leal a los valores de la revolución islámica de 1979. Su poder y recursos se han incrementado en los últimos años. Está a cargo de la seguridad en áreas fronterizas sensibles.
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