Este artículo se publicó hace 17 años.
La Audiencia mantiene en libertad al agresor de la joven ecuatoriana al desestimar los recursos
La Audiencia de Barcelona mantiene la situación de libertad provisional sin fianza para el joven que agredió a una chica ecuatoriana en un tren de los Ferrocarriles de la Generalitat el pasado 7 de octubre, tras desestimar los recursos de apelación del Ministerio Fiscal y de la víctima.
La sección quinta de la Audiencia ha hecho público hoy un auto en el que sostiene que "ni por razón de las penas que pudieran imponérsele en su día ni por sus propias circunstancias personales o familiares, no parece concurrir aquí, a priori, un potencial riesgo de fuga evaluable en parámetros jurídicos verdaderamente objetivos".
El tribunal considera "suficientemente contundentes" las medidas que garantizan la protección de la víctima ya que el imputado, Sergi Xavier M., está en libertad provisional, pero debe estar localizable a diario en su casa y tiene prohibido ir a otras localidades que no sean Sant Boi de Llobregat, Santa Coloma de Cervelló o la Colonia Güell, además de no poder viajar en los Ferrocarriles de la Generalitat ni acercarse a la chica.
Tanto el Ministerio Fiscal como la víctima presentaron recursos de apelación contra la libertad provisional y pidieron la prisión por entender que existe riesgo de fuga dadas las circunstancias personales y familiares del imputado, y teniendo en cuenta que, a su entender, el joven podrían ser imputado finalmente por varios delitos más, como contra la integridad moral, por lesiones psíquicas o agresión sexual.
La Audiencia, en su auto, asegura que la medida de prisión provisional no puede ampararse en estos nuevos delitos ni en la hipotética agravante de xenofobia.
Este alto tribunal tampoco reconoce que exista una especial vulnerabilidad de la víctima ya que "la chica debe tener unos 16 o 17 años y el agresor tiene 21", por lo que "no existe una verdadera desproporción entre agresor y víctima en términos de razonabilidad jurídica".
La Audiencia sólo acepta que pudiera añadirse un delito contra la integridad moral y un hipotético delito de agresión sexual de intensidad leve, pero cree que la posible condena "tendría un alcance punitivo bastante limitado con relación a lo que están invocando las partes".
El hecho de que el agresor haya acudido voluntaria y puntualmente a declarar cada vez que se le ha citado hace también improbable, a su juicio, la fuga, así como el hecho de que no dispone de fortunas ni relaciones adecuadas que le permitan alejarse de Barcelona.
Respecto al riesgo de que la chica vuelva a ser atacada, la Audiencia recuerda que ésta fue declarada testigo protegido.
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