Este artículo se publicó hace 15 años.
Aurora Beltrán dice que la música es capaz de vestir cualquier situación y estado de ánimo
Sus ojos, tan azules como su voz, transmiten fuerza e ilusión, reflejan lo que es, tiene, siente y ha vivido Aurora Beltrán, que cumple veinticinco años en la música y lo celebra debutando en solitario en un disco en el que invita a percibir la evolución y madurez que la experiencia le ha regalado.
Asegura que "el tiempo no perdona", que no le ha hecho perder su identidad, y que ha sido la inercia la que le ha llevado a celebrar sus bodas de plata encima de los escenarios, un hábitat que ha hecho suyo tras dejar atrás los acordes que salieron de su primera guitarra y fueron "la consecuencia de lo que es ahora".
Y como "el tiempo es breve y siempre se va", a sus 44 años la ex vocalista de Tahúres Zurdos le echa un pulso y le invita a que le acompañe en su nueva etapa para que ni el miedo ni el olvido adormezcan su mirada.
Pregunta: ¿Dónde sitúa el principio de su historia?
Aurora Beltrán: Todo empieza en el momento en el que cae una guitarra por primera vez en mis manos. Un problema de salud me llevó a permanecer en una silla de ruedas mucho tiempo y mi padre tuvo la idea tan inteligente de comprarme una. Al principio fue como un juego, iba pasando el tiempo y seguía siendo un divertimento. No lo recuerdo de una manera trágica, sino como una etapa diferente.
P: Y el juego pasó a ser realidad.
A.B.: Después llegó Belladona cuando era una niña y el juego empezó a ser más serio. Grabamos nuestro disco siendo unas crías y el juego adquirió responsabilidades. Fue la etapa de 1984 a 1987, y después llegó Tahures Zurdos. Nos fichó una compañía internacional, dimos el salto definitivo a la música y permanecimos diecisiete años. En el 2004 hicimos un disco en directo para cerrar el ciclo.
P: ¿En cuántos ciclos divides estos 25 años?
A.B.: Podrían dividirse en tres: el de aprendizaje, el de consolidación y el de final del ciclo, que supone volver a empezar otra vez, aunque ahora lo importante, más que seguir, es estar. Tengo la suerte de ser una voz y un careto conocido y tener un sitio que intento conservar.
P: ¿Qué ha cambiado en este tiempo?
A.B.: Han cambiado muchas cosas porque el negocio ha cambiado muchísimo. Antes grabar un disco suponía un gran esfuerzo y ahora los discos son productos desechables. Cuesta mucho entrar y nada salir, pero lo importante es seguir teniendo fe, porque si tienes vocación sigues. Además la música y yo hemos crecido paralelamente. Mi carrera musical y mi vida personal han estado ligadas, con lo que creces y eso se nota en las canciones que vas haciendo, pero creo que tengo una progresión muy lógica.
P: ¿Dónde están los cambios a nivel personal?
A.B.: Soy una persona que tiene menos prejuicios, porque cuando dependes de una banda muy determinada como fue muy caso, a la hora de componer estás sujeto a los clichés. No hay cabida para ciertas cosas y ahora no tengo problemas para utilizar diferentes temáticas o diferentes instrumentos. Con la edad que tengo veo las cosas de diferente manera, escribo de un modo diferente. Me siento muy ecléctica, siempre lo he sido.
P: Pero le han encasillado.
A.B.: Sí, y a nadie nos gusta que nos encasillen, porque quieres tener la libertad de poder cambiar cuando quieras. Yo ahora me siento mucho más serena. Tienes que ser consecuente con la edad que tienes y las cosas que van pasando.
P: ¿Qué siente al escuchar su primera canción?
A.B.: Me entra una nostalgia increíble pero me siento orgullosa. Y por otro lado también siento que la canción no es mía exactamente, porque una vez que esa canción está escrita y está fuera de ti es como si fuera patrimonio de la humanidad. Entonces puedo ser hasta más objetiva, es como si tu obra fuera del mundo entero. Procuro escribir canciones que estén vigentes muchos años y no caduquen, aunque hay algunas que quizás pierdan el sentido.
P: ¿Qué queda de la Aurora del principio?
A.B.: Lo más importante que puede tener un artista en cualquier contexto (no sólo en la música) es la identidad, y yo creo que he conseguido conservar mi identidad.
P: ¿Qué le impulsa ahora a componer?
A.B.: Las cosas sobre las que escribo son las que me pasan a mí y que son absolutamente estándar, le pasan a todo el mundo. Soy eco de las situaciones que nos pasan a todos. Sólo puedo escribir de lo que yo he vivido. Escribo para mí de mis situaciones, no de una manera egoísta, sino porque es más fácil escribir sobre algo que conoces; es más creíble.
P: ¿Sus letras han seguido el ritmo de sus pasos?
A.B.: Hubo una época en la que se reivindicaban cosas porque era necesario y había una falta de libertad. Ahora se ha perdido un poco el sentido de todo eso y la gente está muy acojonada porque tiene miedo a perder sus trabajos. Probablemente hace quince años con toda esta situación de crisis la gente estaría haciendo una huelga general, pero la gente está en casa calladita.
P: ¿Con qué se queda?
A.B.: Me quedo con todo, porque todas las etapas de mi vida han sido importantes, y me quedo con que he conocido a gente maravillosa.
P: Si cierra los ojos ¿qué concierto recuerda?
A.B.: Hay conciertos muy especiales y en cierto modo todos lo son porque cada sitio y situación es diferente. Pero me quedo con los del principio y con los de escenarios pequeños, porque son muy íntimos, porque oyes a la gente respirar, porque sabes que la gente va a verte no por una historia mediática, sino porque quiere verte de verdad y nadie les ha influido, simplemente ellos te descubren un día y van porque lo sienten.
P: ¿Ha perdido en algún momento la ilusión?
A.B.: Algunas veces te levantas con la pata torcida, pero tengo una capacidad de reacción ante esto. Realmente nunca la he perdido.
P: ¿Qué música escucha?
A.B.: Me gusta todo tipo de música. La música puede pintar muy bien cualquier situación y cualquier estado de ánimo. Sirve para llorar, estar feliz, para reír para hacer el amor, para todo. Es muy tonto esconderse para escuchar algo que a lo mejor creen que no pega contigo ni con tu chupa de cuero ni con tus historias.
P: ¿Su fuerte son los directos?
A.B.: En mi vida todo ha sido orientado hacia el directo, cuando aprendes a tocar y grabas un disco el fin es tocar en un escenario, ahí es cuando te enfrentas y puedes decir que eres torero, pero hasta que no estás delante de un toro no.
P: El público es el toro.
A.B.: El público es el toro y hay que saber lidiar. Yo creo que hasta ahora no he recibido ninguna cornada, así que me puedo ver contenta en ese sentido.
P: Y ahora se enfrenta a él en solitario. Su nuevo disco "Clases de baile" ¿es un punto y seguido o un punto y aparte en su carrera?
P: Es un punto y seguido. Simplemente sigo componiendo de una manera natural que es como salen bien las cosas, sin forzar nada. Puedo ser más prolífica o no, pero las canciones me salen.
P: ¿Qué hay de nuevo además de su debut en solitario?
A.B.: En este disco tengo más miras y más ventanas abiertas porque no tengo que ocuparme de un determinado formato o un determinado cliché. Ahora me siento absolutamente libre para hacer lo que quiera y se nota en el disco. Hay alguna canción que en la etapa de Tahúres no hubiera metido, pero ahora me parece absolutamente lícito y no quedan fuera de lugar.
P: También es su estreno como productora.
A.B.: A la hora de buscar alternativas de compañías no tenía ninguna puerta abierta. No lo digo con acritud, pero realmente está jodido y he tenido que autoproducirlo. He hecho un sello que se llama "Aurora Records". Estoy haciendo un gran esfuerzo: grabarlo, fabricarlo y promocionarlo, todo sale de mis costillas. Pero la parte buena es que yo puedo tomar todas las decisiones.
P: ¿Es un disco que no hubiese podido hacer antes?
A.B.: Desde luego, ahora soy independiente con todas las de la ley. Soy yo la que toma las decisiones y si salgo a flote de puta madre y sino me hundo en mi barco yo solita, pero no es un barco que me ha puesto nadie para que me hunda y seré consecuente con lo que pase. Ahora sé como funciona este negocio, no paro de aprender cosas y eso siempre es bueno.
P: Y todas estas experiencias en un concierto.
A.B.: No tenía intención de celebrar nada, la inercia me ha llevado hasta aquí y no creo sea nada especial. Pero cuando hay alguien que repara en que llevo muchos años en esto y que de alguna manera merezco un reconocimiento, pues me hace ilusión. Es un concierto que voy a tener la oportunidad de compartir con grandes amigos y gente que admiro como Carmen París, Mariano Casanova, Carlos Chaouen, Kutxi Romero y Alén Ayerdi (vocalista y batería de Marea), Clara Téllez (vocalista de Los Peces) o Belén Arjona. Será un día muy bonito.
P: Será un capítulo más en su historia, en la de una cantante que fue...
A.B.: La consecuencia de lo que es ahora.
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