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3-2. Un autogol del italiano Foglia clasifica a España a la final del Mundial de fútbol sala

EFE

Un autogol de Adriano Foglia en la última décima de la prórroga, tras rebotarle involuntariamente en la pierna un balón que España había estrellado en el palo, le permitió a la selección española vencer por 3-2 a Italia y clasificarse a su cuarta final consecutiva de un Mundial de fútbol sala.

Tal y como se esperaba, la reedición de la última final del Mundial de 2004 fue muy igualada y emocionante, y, tras el tercer gol español, el partido estuvo 15 minutos parado ante las reclamaciones italianas de que el tanto se había producido fuera de tiempo.

Tras marcharse de la pista para analizar la jugada, los árbitros regresaron transcurrido un cuarto de hora para dar por bueno el autogol ante la indignación de toda la delegación italiana y para pitar otro último segundo del partido.

Con la victoria, el equipo que dirige José Venancio López tendrá, el domingo, contra la anfitriona Brasil, la posibilidad de lograr su tercer cetro consecutivo e igualar la marca que hasta ahora sólo tiene la selección brasileña, ganadora de los tres primeros Mundiales (1989, 1992 y 1996).

Como era de esperar, el choque frente a Italia fue muy equilibrado, duro y sin un equipo que lograra imponer su dominio ante el rival.

España llevó en los primeros minutos el control del partido, aunque poco a poco los transalpinos estiraron líneas y le robaron la posesión del balón a 'la roja'.

Sin embargo, los vigentes campeones del mundo y de Europa se adelantaron en el marcador justo antes de cumplirse los cinco minutos, cuando Daniel aprovechó una pelota que luchó Fernandao entre dos rivales en la banda izquierda del ataque español.

La pelota cayó a los pies de Daniel, quien, sin pensarlo, se giró y fusiló de primera a Feller dentro del área.

España se limitó a defender con mucho orden en la primera mitad, contra una Italia que llevó el peso del partido pero que no conseguía crear peligro al marco de Luis Amado.

En la segunda mitad, el partido siguió igual. Italia lo intentaba una y otra vez ante una España muy bien plantada atrás y que apenas dejaba espacios a la 'azurra'.

La ventaja española en el marcador terminó a los siete minutos de la reanudación, cuando Foglia tomó el balón en la banda izquierda, superó en carrera a dos rivales y, tras superar la salida de Luis Amado, lo mandó al fondo de la red.

El empate despertó a España, que pasó a ser dominadora en el juego pero que dejó muchos espacios atrás y favoreció los rápidos contraataques italianos.

La igualdad en la pista se reflejó en el marcador, que llegó a los cuarenta minutos de partido con empate a uno y con España resistiendo en los últimos minutos los ataques italianos con cinco faltas cometidas.

En las dos partes de cinco minutos que duró el tiempo extra, la igualdad y el miedo a encajar un gol siguió presente en ambos conjuntos, con una España que no podía permitirse hacer ninguna falta más para no dar a los italianos la posibilidad de disponer de un doble penalti.

A falta de pocos segundos para el final de la primera parte de la prórroga, Fernandao volvió a aparecer como el salvador español, con una gran jugada individual por la derecha que terminó con un potente disparo que superó a Feller.

En los cinco minutos siguientes, Italia intentó desesperadamente alcanzar un empate y puso a su capitán Grana como portero-jugador. El jugador del Luparense mandó, a falta de menos de dos minutos, un puntazo desde fuera del área que sorprendió a Amado y significó el que parecía el empate a dos.

Sin embargo, en la última jugada de partido, Kike avanzó por la derecha y terminó estrellando un balón en el poste derecho de la portería de Feller.

Foglia, que venía desde atrás en carrera para frenar el ataque español, vio como involuntariamente el balón le tocaba en su pierna y terminaba al fondo de la red, ya con el tiempo cumplido.

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