Este artículo se publicó hace 16 años.
Las automotrices de EEUU contraatacan en el Congreso
Las automotrices de Estados Unidos comenzaron a presentar el martes los planes exigidos por el Congreso, mientras los jefes de las tres mayores firmas del sector y los congresistas se preparaban para retomar el debate sobre un rescate crucial de 25.000 millones de dólares (unos 19.800 millones de euros).
Criticadas por luchar durante años contra los estándares para el ahorro de combustible, los grandes fabricantes de Detroit presentarían planes para construir vehículos con un consumo más eficiente de energía, eliminar las marcas impopulares, limitar las compensaciones y reestructurar los convenios con el sindicato Trabajadores Automotores Unidos (UAW por su sigla en inglés).
Los críticos han dicho que muchos de los problemas de las tres automotrices líderes se los buscaron ellas mismas, ante su insistencia a fabricar coches con un fuerte consumo de combustibles que los consumidores ya no quieren ni pueden pagar.
Las propuestas de las automotrices llegan el mismo día en que presentan los resultados de sus ventas de noviembre, que serían tan pesimistas como los de octubre.
Ford Motor Co fue el primero en revelar su plan, en el que pide préstamos de 9.000 millones de dólares, elimina los bonos a los ejecutivos en todo el mundo y todos los de 2009 en Estados Unidos y propone recortar sus concesionarios e iniciar los planes para fabricar vehículos eléctricos.
El consejo directivo de General Motors Corp comenzó el domingo a revisar su renovado plan de negocios y se le pidió que incluya medidas para considerar la venta o el abandono de las marcas Pontiac, Saab y Saturn.
Chrysler LLC, controlada por Cerberus Capital Management, dijo que su consejo directivo se ha reunido para revisar su plan. Chrysler necesita delinear uno que le permita acceder a una porción del financiamiento federal incluso mientras busca asociarse con otra automotriz, consideraron analistas.
"Así como General Motors es demasiado grande para colapsar, Chrysler es demasiado pequeña para sobrevivir por sí sola", dijo Aaron Bragman, analista de IHS Global Insight.
Por su parte, al sindicato UAW probablemente se le pida que renuncie a las garantías laborales para sus empleados en plantas de Estados Unidos que sean cerradas y que renegocien la forma en que las automotrices deben pagar a los fondos destinados al cuidado de la salud de los jubilados a partir de 2010.
Además, es casi un hecho que GM pedirá a los tenedores de bonos que intercambien una porción de la deuda existente de 44.000 millones de dólares por un pago con un fuerte descuento y parte de su participación en la firma reestructurada, indicaron los analistas.
Además, los analistas dijeron que Detroit apuesta a que los planes que muestran que en estos tiempos de crisis el sacrificio será compartido entre los empleados, la gerencia, los acreedores y los inversores conseguirán el apoyo político que hasta ahora no han logrado.
Tras haber sido criticados por viajar en jets privados a las audiencias de noviembre, los presidentes ejecutivos de las tres automotrices optaron por alternar sus viajes en esta ocasión, precisaron las compañías.
El jefe de Ford, Alan Mulally, conducirá un vehículo híbrido desde Detroit. El presidente ejecutivo de GM, Rick Wagoner, y el de Chrysler, Bob Nardelli, viajarán en vuelos comerciales o buscarán otra solución.
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