Este artículo se publicó hace 17 años.
Se autoriza la reanudación de las polémicas excavaciones en la antigua Jerusalén
El Gobierno israelí ha autorizado a la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) a reanudar las polémicas excavaciones junto al acceso a la explanada de las mezquitas sagradas de la antigua Jerusalén, detenidas desde hace seis meses.
Así lo informa hoy el diario Haaretz, pero la portavoz de ese organismo profesional autónomo, Meirav Shai, dijo a Efe desconocer esa supuesta decisión del Poder Ejecutivo para reanudar las obras, a pasos del Muro de las Lamentaciones que veneran los judíos.
El portavoz del Gobierno, Mark Regev, reaccionó diciendo que "no sabemos de qué está hablando" el reportero del matutino israelí. "Las excavaciones nunca se interrumpieron y quien quiere puede acudir a ese sitio y examinar las obras, todo es transparente".
Las excavaciones preceden a la construcción de un puente que sustituirá una vieja rampa de acceso a la Puerta de Mugrabi, una de las que rodean a la explanada y que emplean los musulmanes para llegar a la mezquita de Al Aksa, y al santuario de Omar.
Las obras, según Haaretz, se suspendieron en junio pasado a raíz de indignadas protestas de parte de los palestinos y en el mundo islámico con el argumento de que el objetivo final de las excavaciones era socavar los fundamentos de la vecina mezquita de Al Aksa, situada por encima del Muro de los Lamentos, en la colina de Omar es-Sharif o "Monte del Templo" para los judíos.
Se trata de "excavaciones de salvación" de restos arqueológicos u otros testimonios antiguos que, por ley, se deben practicar en distintos sectores de Jerusalén, con 5.000 años de historia, antes de emprender obras públicas o la construcción de edificios.
El Gabinete Nacional, presidido por el primer ministro Ehud Olmert, indicó a los arqueólogos de la AAI que debe completar la excavación "lo antes posible, con plena transparencia y con la cooperación de los organismos relevantes", aparente alusión al Comité Superior Islámico (Wakf), entre otras entidades.
El Gobierno, indica Haaretz, dispuso una partida de 3.5 millones de "shékel" (más de 800.000 dólares, 544.000 euros) para financiar esa tarea y la conservación de restos arqueológicas, y 14 millones de "shékel" (aproximadamente 3,5 millones de dólares, 2,4 millones de euros) para la nueva rampa.
El plan de la rampa o puente, de unos cien metros de extensión para subir hasta la explanada de las mezquitas, debe ser aprobado aún por la Comisión Regional de Planificación de Jerusalén, y de aquí la posible cautela de la portavoz de la AAI.
El ministro de Cultura, Raleb Majadele, advirtió que no permitirá que "elementos políticos utilicen a la AAI" para sus fines, alusión a organizaciones de la derecha israelí, en especial de asociaciones de colonos judíos que financian excavaciones en Jerusalén oriental, informa hoy el diario Haaretz.
Los palestinos acusan frecuentemente al Gobierno israelí de "judaizar" a la "Jerusalén árabe", donde aspiran a establecer la sede de un futuro estado palestino.
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