Este artículo se publicó hace 13 años.
Ay, esos maravillosos días de estudiante…
Oxford y Cambridge
En 1829 un estudiante de Cambridge desafiaba a otro de Oxford a una carrera de remo. Desde entonces, cada mes de marzo se celebra en las aguas del Támesis una de las regatas con más renombre del mundo. La rivalidad entre las universidades de estas bellísimas ciudades del norte de Londres, simbolizada en este acontecimiento deportivo de prestigio internacional, es sin embargo muy anterior. Desde sus orígenes, estos dos centros de enseñanza han competido por ser los responsables de la formación académica de los intelectuales y los políticos más punteros de Gran Bretaña. Si Oxford presume de ser la universidad de lengua inglesa más antigua, Cambridge esgrime que entre sus docentes y alumnos se cuentan no menos de 80 premios Nobel. Y si esta última suele considerarse superior en ciencias, Oxford parece serlo en humanidades. Lo cierto sin embargo es que las dos tienen un pasado y hasta un presente bastante similar. Su día a día sigue presidido por la universidad y por la vida cultural y estudiantil que concitan a su alrededor los reputados colleges que salpican cada esquina. De hecho, las dos suelen ir tan de la mano en el imaginario colectivo que para designarlas suele utilizar popularmente el mote de Oxbridge. Más información: Turismo Británico.
Bolonia, Italia
Si tienes la suerte de hacer una escapada a la sugerente Toscana, acertado sería planificar una escapada a Bolonia, para descubrir una de las ciudades históricas mejor conservadas de Europa. La ciudad roja, llamada así por el color de sus fachadas y tejados, es también es llamada Bolonia la Docta por su universidad, fundada en 1088 (la más antigua de todo Occidente) y por la que pasaron Dante, Petrarca o Antonio de Nebrija, y Bolonia la Gorda por su excelente cocina. Un paseo por esta ciudad con un toque de glamour italiano, en cuya histórica universidad estudian cien mil jóvenes, debe incluir una visita a la Pinacoteca Nacional, caminar por los kilómetros y kilómetros de pórticos de su casco medieval, el más grande de Italia después de Venecia, y, por supuesto, degustar un buen plato de tagliatelle a la boloñesa, el plato típico de la ciudad, acompañado de una buena copa de vino Sangiovese, que para eso estamos en el país de la pasta.
Salamanca
Salamanca lleva cerca de ocho siglos acumulando cultura entre sus venerables piedras doradas. Todo comenzó con la fundación, allá por el año 1254, de su Universidad. Desde entonces esta prestigiosa institución docente se convirtió en el principal catalizador cultural de la ciudad, cuya llama sigue hoy encendida y viva. Es apabullante la juventud que a todas horas -del día y de la noche- se puede ver en cualquier recoveco de la ciudad, con alrededor de 45.000 estudiantes que cursan estudios en la Universidad de Salamanca www.usal.es y en la Pontificia www.upsa.es, de los que casi una cuarta parte son extranjeros, pero para encontrar el epicentro hay que pasear por la estrechas calles alrededor de la Universidad y la Plaza Mayor, y detenerse ante el Patio de las Escuelas, en cuya fachada plateresca hay que buscar sí o sí, su famosa rana, o las Escuelas Menores.
Montpellier
La capital de la región de Languedoc-Rousillon, en la soleada costa mediterránea, es una de las primeras de Francia y su Facultad de Medicina, la más antigua en actividad del mundo, del siglo XII, en cuyo seno estudiaron personajes del calibre de Nostradamus. Hoy Montpellier posee tres universidades herederas de la pionera, que llenan de estudiantes el casco antiguo de esta ciudad, donde vagar sin rumbo por sus laberintos de estrechas callejuelas de piedra, explorar cafés y restaurantes habituales de jóvenes y profesores, como el L'Oignon Givre, o, si apetece, subirse al autobús que lleva, en media hora, a las playas del entorno.
Coimbra
La de Coimbra, fundada por los romanos, es la universidad más antigua y estimada de Portugal. Hay que pasar por su puerta morisca para llegar al casco antiguo de la ciudad, donde se encuentra la Catedral Vieja y la Universidad y, de paso, echar un vistazo a su impresionante biblioteca barroca, donde es fácil imaginar a los estudiantes de los últimos siglos aplicados en el estudio de la lógica, la ley y la astronomía. No te pierdas la oportunidad de presenciar un espectáculo de fado y, si tienes la suerte de viajar en mayo, disfrutar de la memorable Queima das Fitas, que conmemora el final del año académico. La tradicional serenata de los estudiantes frente a la catedral da inicio a una semana de fiestas, bailes y todo tipo de celebraciones. Más información: Turismo de Coimbra.
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