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Bacon en Buenos Aires

Los polémicos dibujos de Francis Bacon llegan a Buenos Aires.

Joan Faus

A lo largo de toda su carrera el pintor irlandés Francis Bacon negó haber realizado estos dibujos, unas polémicas obras de arte que no vieron la luz hasta la muerte del artista en 1992 y que ahora se exhiben en Buenos Aires. Una selección de 40 dibujos en papel, realizados por Bacon (1909-1992) durante los viajes que efectuó a Italia durante sus últimos años, componen la exposición La Punta del Iceberg.

Los dibujos de Bacon fueron durante años motivo de una larga controversia sobre su verdadera autoría, que concluyó en 2004 cuando un tribunal italiano verificó definitivamente su autenticidad, explicó a Efe el comisario de la muestra, Massimo Scaringella. Pese al fallo judicial, los miles de dibujos que trazó Bacon aún siguen envueltos en una polémica 'que parece trascender la vida del artista', añadió Scaringella.

Para el comisario de la muestra, los dibujos del pintor irlandés reflejan sus 'principales temáticas artísticas', como sus emblemáticas escenas de Papas -inspiradas en su 'admirado' retrato de Inocencio X del español Diego Velázquez (1599-1660)- y de la Crucifixión, así como retratos y autorretratos.

'Se trata de dibujos que no fueron elaborados para ser exhibidos durante su vida, por lo que ofrecen una reflexión sobre las obras que realizó Bacon al principio de su carrera', agregó el especialista. La muestra acoge una selección de los denominados 'dibujos italianos' de Bacon que esbozó en sus viajes al norte de Italia entre comienzos de los años ochenta hasta su muerte en 1992.

El pintor irlandés dibujaba sin ninguna finalidad comercial y fue regalando sus obras a sus amigos, que mantuvieron en secreto su faceta de dibujante, explicó el crítico de arte británico Edward Lucie-Smith, que fue amigo de Bacon. El periodista italiano Cristiano Ravarino fue quien recibió el mayor número de ilustraciones, del mismo modo, apuntó Lucie-Smith, que el italiano Miguel Ángel (1475-1564) dibujaba para complacer al joven Tommaso Cavalieri.

Las obras que se exponen en Buenos Aires son obras realizadas a lápiz sobre papel, en los que Bacon retrata escenas individuales mediante composiciones de líneas sencillas. La mayoría de los dibujos muestra a personas sentadas o de medio cuerpo con figuras deformadas que parecen fundirse con el espacio.

Bacon utilizaba trazos rectos y definidos para perfilar contornos de fondos, como puertas o ventanas, 'que contrastan con las líneas desordenadas que insinuan los cuerpos humanos, cuyos rostros aparecen deformados bajo una profunda capa oscura', apuntó Scaringella. A juicio del comisario de la muestra, Bacon oscurecía los rostros de sus modelos porque quería 'negarles la cara y entrar en la intimidad de la persona que evocaba'. 'La negación de la imagen parte de su idea de negar la intimidad del hombre. Quiere comunicar el concepto de que él se sitúa en el interior de la persona', añadió.

La muestra de Bacon, que se podrá visitar hasta el 19 de agosto en el Centro Cultural Borges, es una selección de los bocetos exhibidos en la Bienal de Venecia en 2009.


Centro Cultural Borges



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