Este artículo se publicó hace 15 años.
La bailarina María Nieves regresa al escenario con "Tanguera" en Nueva York
El musical argentino "Tanguera" inició hoy sus funciones en Nueva York, donde llega precedido de exitosas presentaciones y con María Nieves en el elenco, que salió de su retiro para reencontrarse con el personaje de la Madame y el público neoyorquino.
Nieves, de 71 años y que dio vida a la Madame cuando el musical estrenó en su país en 2002 -con 18 meses en cartelera-, habla con gran pasión del tango, que aprendió en la mejor escuela que ha tenido: la vida, y al que ha dedicado cerca de seis décadas en las que se convirtió en una referente cuando se habla de este género.
La bailarina retornó a Nueva York -donde se presentó en la década de 1980 con el espectáculo "Tango Argentino"- poco después de un año retirada del escenario, según dijo a Efe.
Su última gira fue precisamente con "Tanguera" en París, y aceptó la invitación que le hizo el productor Diego Romay, autor de esta historia junto a Dolores Espeja, para bailar en Nueva York, donde el espectáculo se presenta en el teatro City Center en Manhattan hasta el 18 de octubre.
"Tanguera" es la historia de amor de la emigrante francesa "Giselle", interpretada por Rocío de los Santos, de quien "Lorenzo" (Esteban Domenichini) se enamora perdidamente cuando ésta llega a Buenos Aires, y que combina danza y música con una orquesta en vivo y una coreografía de Mora Godoy.
"Giselle" es llevada por la Madame y el criminal "Gaudencio" (Oscar Martínez Rey) a un cabaret, donde se desarrolla el musical, y le prohíben tener una relación con "Lorenzo".
"Gaudencio", que siempre está acompañado por los chicos malos, y "Lorenzo", de sus amigos, tienen varios enfrentamientos por la bella francesa en el cabaret de mala muerte "donde no pasa nada y pasa de todo" y "donde se vende el mal" como señala la letra de una de las canciones interpretadas por Marianela.
El musical presenta también a hombres bailando tango, como en los inicios del género.
"No interpretaría otro personaje que no fuera la Madame. No me atrevería en este momento, con 71 años, a competir con esta juventud que baila tango, que son ágiles bailarines contemporáneos, clásicos y de jazz", comentó Nieves.
Acto seguido la famosa bailarina comentó que los jóvenes bailarines "no son como los de antes".
"Yo soy simplemente una tanguera, yo no tengo estudios de ballet ni de nada", pero sí la experiencia que le han dado los años bailando el género que le hizo famosa y que aprendió en fiestas de barrio, afirmó Nieves, una de cinco hijos de emigrantes españoles gallegos que nació en Argentina.
Esa experiencia, que ha logrado tras "gastar mucha suela de zapatos" es la que a su juicio le hace falta a la nueva generación de tangueros.
Nieves se mostró agradecida por el cariño que le dado el público a su carrera "que es al final lo que me voy a llevar".
"Tuve una vida muy derecha en mi vida personal y en el tango, muy profesional. Eso lo aprendí de Copel, a ser puntual, a trabajar aunque sea enfermo o se te muera un familiar querido, el público no espera", señaló al hablar del famoso bailarín Juan Carlos Copes, que fue su pareja en los escenarios y juntos reinventaron el tango como espectáculo de escenario.
Comentó que ha dedicado su vida al baile, "siempre sin claudicar" sobre todo en momentos en que otras corrientes musicales llegaron con fuerza a su país, "que querían arrasar" con el tango.
"Yo siempre digo 'yo nací para bailar tango y voy a morir bailando tango'", afirmó y aseguró que pese a tantos años en los escenarios, todavía se siente nerviosa "como si fuera la primera vez".
"Pienso que el artista que no tiene nervios mejor que se vaya a lavar los platos. Yo me subo al escenario y me siento yo, y voy creciendo y sintiendo algo en la piel que me llega al corazón. Tengo el tango metido en mi sangre", señaló la artista, en cuyos ojos aparecieron lágrimas al hablar de su gran pasión por el baile.
Nieves calificó de "maravilla total" que la Unesco haya declarado el pasado 30 de septiembre al tango Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
"El tango merece que sea patrimonio mundial, no argentino, sino mundial, lo veo perfecto, lo están reivindicando", dijo sobre la declaración de la Organización de Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO).
El público neoyorquino se despidió hoy de pie y con intensos aplausos del elenco de "Tanguera" en su primera función, aunque mañana será la apertura oficial.
Según varios bailarines que han viajado a otros países con la producción, la pasión, lo hermoso, elegante y sensual del tango hace que conquiste al público en todas partes.
Ruth E. Hernández Beltrán
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