"Bailé un tango con Camilo José Cela en el salón de su casa"

En la entrada de su casa, una colección de bastones ilustra la larga vida de Jesús Pardo, periodista y escritor que publica Borrón y cuenta vieja (RBA), última parte de sus memorias. Pardo (Santander, 1927) ya no habla de política ni de periodismo como en los dos primeros tomos. La memoria del escritor son los libros que lo rodean: tiene más de 25.000 ejemplares. Todos ordenados por género y etiquetados. Es lo único que quedará después de la muerte; Pardo ya ha quedado con ella. En 2020.

10. Ha puesto fecha a su muerte.

Sólo es un cálculo de posibilidades. Vengo de una familia sana y 93 años es una edad prudente.

09. ¿No le asusta la idea de morirse?

La muerte son dos cosas opuestas: el espanto y una necesidad. No me gusta la idea de morirme, pero no podemos ser eternos. ¡Sería tan aburrido! La única alternativa es no morirse, lo que es peor que morirse. ¿No le parece?

08. Sólo se vive el momento presente.

El presente no existe, todo es pasado. El tiempo es tan impalpable, ni siquiera sabe que viven los seres humanos. Nadie es dueño de su tiempo.

07. ¿Se arrepiente de algo?

Todo lo que me pasó me vino bien, me ayudó a ser quien soy ahora. Hubo momentos buenos y otros malos, aunque no me ocupo de mi pasado.

06. ¿Eso hay que recordar de usted, de sus memorias?

De mí... Hay que recordar que soy una persona a quien todo le salió mal, aunque también todo le salió bien.

05. En su libro, habla de la depresión.

Me alegro mucho haber sufrido una depresión. No sé qué pasó. Lo relacionaba todo con la muerte, perdí seis kilos. Soñaba con cosas terribles, sobre la muerte. Es la única verdad absoluta.

04. Le veo muy fatalista.

Todos los somos.

03. ¿Por qué reafirmó su fe católica?

La depresión me recordó que iba a morir. Y gracias a la religión, la muerte ya no me angustia.

02. Esto es una ilusión del catolicismo.

Más que católico, soy cristiano. Necesitaba volver a las cosas de mi niñez.

01. ¿De verdad Camilo José Cela escribió un tango?

Claro que sí. Lo bailamos juntos en el salón de su casa. Cela era una gran persona.