Este artículo se publicó hace 17 años.
La baja de temperatura y la llovizna favorece el control de los incendios en el sur de California
Nueve incendios siguen ardiendo en el Sur de California (EE.UU.), aunque la baja de las temperaturas y la llovizna que cayó hoy en la tarde benefició las labores de los bomberos que han logrado controlar 13 fuegos.
Los mayores problemas surgieron hoy en las cercanías de la reserva forestal Cleveland, donde el fuego bautizado "Santiago", por el cañón donde se originó, ganó fuerza y obligó a la evacuación de algunas zonas a las que habían regresado los vecinos.
Hasta el momento, el fuego ha consumido 11.150 hectáreas y 20 edificios, según el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California.
La policía cree que los incendios fueron provocados y pidió hoy al público cualquier información relativa a una camioneta Ford F-150 blanca que fue vista en la zona donde se originaron y de la que se divulgó una foto.
Mientras en el Condado de Orange el foco "Santiago" se fortalecía, en el Condado de San Diego, el más afectado hasta ahora por los incendios, los fuegos ardían en regiones aisladas, lejos de los núcleos de población.
En total, más de 202.000 hectáreas de terreno fueron arrasadas hasta ahora y unas 1.890 viviendas quedaron destruidas en una veintena de fuegos, algunos de los cuales se declararon hace una semana, el 21 de octubre, y la mayoría el día siguiente.
Siete personas han muerto por acción directa de las llamas.
Los daños materiales podrían costar a las aseguradoras entre 900 y 1.600 millones de dólares, según datos de la firma de análisis Risk Management Solutions (RMS).
"Si los incendios siguen avanzando los costos podrían incluso superar estas cifras", aseguró la firma, que estima que solo en San Diego las pérdidas superarán los mil millones de dólares.
A causa del fuego, cientos de miles de personas tuvieron que dejar sus casas y trasladarse a viviendas de familiares o amigos, a hoteles y a refugios públicos, como el que se improvisó en el estadio Qualcomm, de San Diego, que llegó a acoger a más de 10.000 personas a principios de la semana.
No obstante, la gran mayoría de los evacuados regresaron a sus casas, ante los avances en la contención de los focos.
Muchos no han logrado volver a la normalidad, sin embargo. Los 36.000 habitantes de Ramona siguen hoy sin luz, a pesar de que hay decenas de camiones con personal de la compañía eléctrica trabajando en los tendidos.
Hoy, sin embargo, se reanudó el servicio de agua, aunque las autoridades pidieron a los residentes que la hiervan antes de tomarla, como informan decenas de carteles instalados por toda la ciudad.
El servicio se interrumpió después de que el incendio "Witch" calcinara la bomba de agua que abastecía al municipio, según informó la Oficina de Servicios de Emergencia del Condado de San Diego.
Hoy el presidente de Estados Unidos, George W Bush, se mostró satisfecho por la respuesta que han dado las autoridades locales y estatales a la emergencia.
"Respondieron rápida y eficazmente", dijo Bush en su habitual discurso radiofónico de los sábados. El jueves él mismo comprobó el despliegue de bomberos, policía, guardia nacional y personal médico en un viaje a la costa oeste.
Pese a que la voracidad de los incendios disminuyó, las autoridades de San Diego alertaron hoy de que la alta concentración de partículas de ceniza y humo suspendidos en el aire puede ser "muy perjudicial" para la salud.
En un comunicado, el condado de San Diego reiteró su consejo de evitar las actividades en el exterior de los edificios, pese a que informó de que la calidad del aire ha mejorado "levemente".
Lo que lo hace peligroso, según explicó, es la alta concentración de partículas en suspensión de 2,5 miligramos, que son especialmente finas y respirables, y por tanto, muy dañinas para el aparato respiratorio.
En los últimos días, los centros sanitarios de San Diego y alrededores han atendido a multitud de personas con problemas respiratorios debido a los incendios.
El alcalde de San Diego, Jerry Sanders, anunció que el equipo local de fútbol americano, los "Cargadores de San Diego" (San Diego Chargers) volverá a jugar el domingo en el estadio Qualcomm, que puede acoger a 70.000 personas.
Sin embargo, para el portavoz en California de la Asociación del Pulmón de Estados Unidos, Ross Porter, ésta no es una buena idea, a tenor de la contaminación que existe todavía.
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