Ballesteros, ocupado planeando una vuelta a la normalidad

La recuperación de Seve Ballesteros tras la operación a la que fue sometido para extirparle un tumor cerebral no le impide hacer planes para una vuelta a la normalidad en un futuro próximo, en el que se plantea construir campos de golf.

El cinco veces ganador de un gran torneo se sometió a cuatro operaciones a finales del año pasado tras desmayarse en el aeropuerto de Madrid en octubre y aún está recuperándose de un tratamiento postoperatorio.

"Mi ilusión es recobrar la normalidad. Luego, un campo en Santander. Ese es mi sueño desde hace mucho tiempo", dijo Ballesteros al diario deportivo Marca en la segunda parte de una entrevista que se le realizó en su ciudad natal.

"En los años 80 ya le había echado el ojo a unos terrenos y el ahora alcalde, Iñigo de la Serna, mostró su disposición desde el primer momento. El diseño y el anteproyecto están hechos", añadió.

"Será un 'links', lo más natural posible, un campo abierto que por su situación junto al mar te diría que se acerca mucho a la catedral del golf, a Saint Andrews", dijo Ballesteros.

El golfista de 51 años también habló de sus planes para abrir escuelas de golf para profesionales y aficionados, y de diseñar su propio 'wedge' para los golpes de larga distancia desde el búnker.

Ballesteros cita en la entrevista a algunos de sus ídolos del deporte, como el también golfista Jack Nicklaus, el ciclista Lance Armstrong y el futbolista Lionel Messi, pero tuvo una mención especial para el número uno del tenis, el mallorquín Rafael Nadal.

"Es un fenómeno, es una referencia fantástica dentro y fuera de las pistas. Es lo mejor que tenemos como embajador-deportista para todos los niños", dijo de su compatriota.

"He jugado varias veces con él al golf, juega muy bien", añadió.

"Me debe una cena que todavía no me ha pagado. Perdió conmigo jugando al golf hace unos meses, poco antes de convertirse en número uno del mundo", dijo.

"Se lo merece (..) Rafa tiene los pies en el suelo y esa es una de las cosas que no es fácil saber llevar porque, cuando alguien está ahí arriba, a todas horas y por todos los lados todo el mundo te está adulando", concluyó.