El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó hoy con "firmeza" el atentado con un coche-bomba en Beirut que causó la muerte de un responsable de la seguridad libanesa y de al menos otras tres personas.

La portavoz de la ONU, Marie Okabe, transmitió por medio de un comunicado el deseo de Ban de "que no se permita que este último acto de terror socave la seguridad, estabilidad y soberanía de Líbano".

El secretario general reitera su llamado al pueblo libanés para que ejerza la contención y para que se lleve a los responsables del atentado ante la justicia, dijo Okabe.

Agregó que Ban extiende sus condolencias a los familiares de los fallecidos y al Gobierno libanés.

El ataque perpetrado en un barrio de mayoría cristiana de la capital libanesa tuvo como objetivo el capitán Wisan Eid, uno de los responsables de los servicios de inteligencia especializado en terrorismo.

Eid, de religión musulmana suní, colaboraba con el Comité Internacional creado por la ONU para investigar el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri, ocurrido en febrero de 2005, y de otras personalidades antisirias.

Las cadenas de televisión libanesas mostraron imágenes del lugar de la explosión, que parecía un campo de campo de batalla con restos humanos esparcidos por la calle, coches quemados, edificios y comercios destruidos.

Al menos 38 personas resultaron heridas a causa de la potente explosión, que dejó un gran cráter.

El atentado contra Eid ocurre dos semanas después de que en otro ataque contra un vehículo de la embajada de Estados Unidos en Beirut murieran tres libaneses y quedaran heridos otros 21.