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La banca española aguanta mejor que sus competidores

Santander y BBVA han caído en bolsa más de un 60% desde que arrancó la crisis. El más castigado es Popular

V. ZAFRA / A. M. VÉLEZ

El Gobierno español no se ha visto, por el momento, obligado a inyectar capital en ninguna entidad española. Los bancos y cajas nacionales han aguantado la primera mitad de la crisis financiera más fuertes que sus competidores internacionales.

Siguen ganando dinero, aunque menos que el año anterior, y sus niveles de solvencia siguen siendo superiores a los de la mayoría porque no han tenido pérdidas por los activos tóxicos. De hecho, esta crisis les ha permitido, hasta ahora, ganar posiciones en la clasificación internacional. Santander se ha alzado al cuarto puesto del mundo por valor en bolsa y BBVA, al décimoprimero.

Esto ha ocurrido pese a que esta semana, con el enésimo batacazo de las bolsas, las acciones de Santander y BBVA han caído por debajo de los 5 y los 6 euros, respectivamente. Esos valores están muy lejos de los de agosto de 2007, antes de que surgieran los primeros síntomas de la crisis financiera, con el colapso de las hipotecas basura en Estados Unidos. Entonces, el banco que preside Emilio Botín cotizaba a 13 euros y BBVA, a 18 euros. Ahora, Santander ha vuelto a los niveles de octubre pasado, cuando marcó su mínimo en más de cinco años, mientras BBVA está en su nivel más bajo desde 1997.

Desde que se inició la crisis, la cotización de Santander ha caído un 62,5%, y la de BBVA, un 68%. Pero todavía hay una entidad más castigada: Banco Popular, que se ha dejado el 71,5% de su valor. Mientras, el Ibex 35 (principal indicador de la bolsa española) ha perdido casi un 50% y está en su nivel más bajo desde agosto de 2004.

Con todo, este durísimo castigo al que se están viendo sometidos las entidades españolas es menor al de la mayoría de sus competidores europeos y estadounidenses.

La principal razón que argumentan los expertos es la existencia de las provisiones genéricas, la hucha que el Banco de España les obligó a llenar en época de bonanza y que ahora les permite seguir ganando dinero pese al fuerte aumento que están sufriendo en la morosidad.

Sin embargo, el futuro próximo se presenta más negro que el pasado reciente, según los ejecutivos del sector. La fuerte exposición al negocio inmobiliario empieza a pasar factura a las entidades y lo hará todavía más en los próximos meses, en los que se acrecentará la crisis del ladrillo.

Además, para las grandes entidades se presentan algunos nubarrones en el exterior. Santander tiene una gran exposición al mercado británico, que cada vez tiene más problemas en su sistema financiero, y acaba de comprar la totalidad del estadounidense Sovereign, en el que tendrá que hacer algunos arreglos.

Por su parte, BBVA tiene también presencia en Estados Unidos a través de su filial Compass. Y ambos tienen una gran parte de su negocio en Iberoamérica, donde se espera que la crisis mundial empiece a causar estragos. De momento, ha hecho más daño en México, donde BBVA tiene gran presencia, pero no sería raro que también estallara en Brasil, donde está más implantado Santander.

Los expertos no descartan que pese al aguante inicial, el Estado español también tenga que rescatar a alguna entidad, pero tienen claro que no sería una acción generalizada como en otros países.

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