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La banca europea perdería casi un tercio de su capital en una crisis severa

Es el resultados de las pruebas de resistencia realizadas sobre 50 bancos de 15 países que difundió este viernes la Autoridad Bancaria Europea.

Bolsa de Madrid
Una bolsa de plástico vuela al lado de los valores del Ibex 35 en el Palacio de la Bolsa de Madrid, a 8 de junio de 2021, en Madrid. Óscar Cañas / Europa Press

Los principales bancos de la Unión Europea (UE) sufrirían un duro revés pero no verían amenazada su supervivencia en caso de una crisis severa, ya que perderían cerca de un tercio de su capital de primera calidad para 2023, aunque mantendrían niveles saludables.

Este es el resultados de las pruebas de resistencia realizadas sobre 50 bancos de 15 países que difundió este viernes la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés), con sede en París.

A pesar del golpe, los 50 bancos analizados mantendrían un CET1 (capital de máxima calidad compuesto fundamentalmente de acciones ordinarias) medio del 10,2%, según el análisis, que fue aplazado un año debido a la pandemia, y que se realizó con unos parámetros aún más severos de los previstos inicialmente para tener en cuenta el empeoramiento de la situación económica global.

La evaluación establece un escenario de partida en el que los bancos tenían un CET1 medio del 15% a comienzos de 2020 y habrían alcanzado un 15,8% en 2023, cumpliendo los futuros requerimientos legales, pero que se quedaría en el 10,2%, lo que supone una caída de 485 puntos básicos.

El italiano Banca Monte dei Paschi di Siena sería, igual que en 2016, el peor parado, ya que su nivel de capital CET1 se desplomaría desde el 9,86 % hasta el -0,10 %. En 2018 no fue analizado tras su rescate por las autoridades italianas.

El segundo peor parado sería HSBC Europe, con sede en Francia, cuyo CET1 pasaría del 12,58% al 5,91%.

Holandeses y escandinavos bien parados

En cambio, los bancos que saldrían mejor parados al final del proceso son los neerlandeses Netherlands Waterschap Banck (37,83%) y BNG Bank (23,51%). Las entidades escandinavas también quedaron en general en situación saludable a pesar de hipotéticas serias caídas de capital.

Los cuatro bancos españoles analizados (Santander, BBVA, Sabadell y Bankinter) aguantaron el escenario más adverso y se mantienen entre el 6,54 % de Sabadell y el 11,54 de Bankinter.

Santander, con un 9,31% de capital CET1, quedaría como el más resistente de los grandes bancos del continente y el octavo entre las 50 entidades analizadas que menos capital consumiría en este escenario adverso.

Por otra parte, el Banco Central Europeo (BCE) publicó este viernes un análisis propio con los 38 grandes bancos de la zona euro incluidos en esta prueba y otras 51 entidades de tamaño medio.

El resultado es que el CET1 medio bajaría del 15,1% al 9,9%. "El sistema bancario de la zona del euro es resistente frente a una evolución económica adversa", destacó el BCE.

Una caída de 265.000 millones

En las pruebas de estrés difundidas por la EBA, la hipotética caída conjunta de capital de primer nivel de todos los bancos analizados equivaldría a 265.000 millones de euros que, unida al aumento de la exposición ponderada por riesgo de 868.000 millones de euros, supone un descenso de 485 puntos básicos en el CET1.

El principal factor negativo en el capital de los bancos estaría constituido por las pérdidas derivadas del riesgo (evaluadas en 308.000 millones de euros).

El debilitado escenario económico afecta también al resultado, ya que los beneficios de las entidades solo aportarían el equivalente a 290 puntos básicos de capital en este período.

Aun así, la EBA destacó que el nivel de capital de primera calidad se mantendría como media por encima del 10 % a pesar del exigente escenario.

El ejercicio se realizó sobre 50 bancos (38 de ellos de la zona euro) de quince países, que representan en torno al 70% de todos los activos de la Unión Europea, y por primera vez no incluye entidades británicas tras la consumación del brexit.

Esta prueba se realizó sobre un escenario más complicado que el previsto hace un año, bajo el supuesto de un declive del PIB de la UE del 3,6% entre 2020 y 2023, así como un aumento del desempleo de 4,7 puntos porcentuales en el mismo período.

La caída del precio de la vivienda del 21,9% y la asunción de que los tipos de interés seguirían bajos para favorecer la recuperación figuran también entre las variables previstas en el examen.

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