La economía española se contrajo en el tercer trimestre de este año un 0,2 por ciento, lo que supone la primera cifra negativa del Producto Interior Bruto de España (PIB) en más de 15 años, según las proyecciones divulgadas el viernes por el Banco de España.

En términos interanuales, la institución monetaria estima que el PIB creció un 0,9 por ciento en el tercer trimestre frente al 1,8 por ciento del trimestre anterior, lo que significa el dato más bajo desde el cuarto trimestre de 1993. La economía creció una décima intertrimestral en el segundo trimestre.

"Detrás de esta nueva desaceleración del producto se encuentra el significativo recorte en la tasa de avance de la demanda nacional, que se situó en el 0,3 por ciento en términos interanuales, al que contribuyeron todos sus componentes, aunque de forma más destacada la inversión residencial y el consumo de los hogares", dijo el Banco de España en su boletín económico de octubre.

La aportación de la demanda exterior neta al crecimiento volvió a aumentar en el período julio-septiembre, hasta situarse en 0,6 puntos, como consecuencia de la sensible reducción de la tasa de crecimiento de las importaciones y del mantenimiento de un cierto dinamismo de las ventas al exterior.

El instituto monetario añadió que la oferta prosiguió la intensa corrección de la actividad en el sector de la construcción y la caída del valor añadido en las manufacturas, a la vez que se iniciaba un proceso de destrucción de empleo que se extendió a las distintas ramas productivas, excepto a los servicios.

Con relación a los costes laborales, el Banco de España constató la fuerte sensibilidad de éstos al deterioro de la inflación en los meses finales de 2007 y en la primera mitad de 2008.

"Como consecuencia de ello, la remuneración por asalariado está experimentando un significativo repunte, hasta tasas cercanas al 4,5 por ciento para la economía de mercado", dijo.

En términos de los costes laborales unitarios, el aumento habría sido algo inferior, debido a las ganancias de productividad que se están observando.

Pese a que el Gobierno no maneja un escenario de recesión en su proyección central, tampoco ha descartado que la economía española -- tras más de una década de crecimiento vigoroso -- entre en una fase de crecimiento negativo, como ya ha ocurrido con algunos de sus principales socios en la zona del euro.

"No nos ha sorprendido la previsión del Banco de España puesto que ya pensábamos que el tercer trimestre de este año sería el primero con un crecimiento negativo y la cosa irá a peor en el cuarto trimestre de este año y el primero del próximo", dijo Alfonso García-Yubero, economista de Banif.

Para este experto, a los problemas económicos comunes a otros países, adicionalmente en España se suma su fuerte necesidad de financiación exterior en un momento especialmente complejo por la inmovilidad de la liquidez en el sistema financiero.

El Gobierno, que ha emplazado a 2010, el año para que la economía doméstica vuelva a crecer en torno a su potencial del 3,0 por ciento, proyecta un crecimiento este año del 1,6 por ciento y del 1,0 por ciento para 2009.

Pero algunos analistas prolongaban el timing para una recuperación visible del crecimiento.

"Vemos que probablemente recién (apenas) en 2011 la situación puede empezar a mejorar de una forma más clara", dijo Diego Fernández, economista de Fortisbank.

Este experto ve un crecimiento del 1,4 por ciento en 2008 y del 0,1 por ciento en 2009 con riesgo de una contracción.

El INE divulgará el 14 de noviembre el dato oficial de crecimiento del tercer trimestre en su versión preliminar y el 19 de ese mismo mes publicará la serie completa.