Este artículo se publicó hace 14 años.
El Banco Mundial pide medidas contra los saqueos y la corrupción
Los líderes mundiales deben tomar medidas para detener el robo de bienes de países en desarrollo, que les cuesta hasta 40.000 millones de dólares al año que podrían utilizarse para pagar medicamentos esenciales y agua potable, dijo el martes el Banco Mundial.
Pero los sobornos y la corrupción son también un problema para las economías desarrolladas que tienen problemas para controlar sus finanzas, dijo la directora gerente del Banco Mundial, Ngozi Okonjo-Iweala, durante un foro internacional dedicado a la recuperación de activos robados.
"La crisis griega demuestra que la corrupción puede debilitar a los países desarrollados y no sólo a los que están en vías de desarrollo", dijo Okonjo-Iweala en una rueda de prensa.
"Cuando los líderes mundiales se reúnan en el G-20 y otros encuentros en las próximas semanas para discutir la crisis económica, los planes de estímulo y la regulación financiera, la lucha contra la corrupción y el robo de activos deben ser una de las prioridades de su agenda", añadió.
Los líderes de los países del G-20 se reunirán en Canadá a final de mes para tratar sobre mecanismos para impulsar el sistema financiero global y para introducir reformas a la regulación.
Según las estimaciones del Banco Mundial, los funcionarios corruptos saquean cada año entre 20.000 y 40.000 millones de dólares (entre 17.000 y 33.000 millones de euros, aproximadamente) en los países en desarrollo, dinero que luego se lava en los principales centros financieros.
Pero si se recuperasen y devolviesen 20.000 millones de estos fondos, se podría pagar 48.000 kilómetros de carreteras de doble carril o tratamientos esenciales para 120 millones de personas con VIH/sida.
Grecia ha pagado un alto coste por no poder controlar la corrupción sistémica del país, perdiendo cerca de 30.000 millones de dólares al año o un 8,0 por ciento del PIB debido a malas prácticas financieras que afectaron sus debilitadas arcas públicas.
"Nuestro fracaso en detener y revertir los flujos criminales tiene un alto precio", dijo Okonjo-Iweala.
En una rueda de prensa conjunta con la canciller suiza Micheline Calmy-Rey, la jefa del Grupo del Banco Mundial, dijo que la tarea para evitar la corrupción y los desfalcos recaía en el sector privado y en el público.
Pero los centros financieros como Suiza deben tomar la iniciativa en la persecución de los casos de corrupción extranjera y doméstica, señaló, realizando investigaciones para definir la procedencia del capital.
Calmy-Rey dijo que Suiza quiere introducir una ley para incautar y devolver los activos que sean claramente ilícitos.
"De aprobarse, será posible devolver los activos de (Jean Claude) Duvalier a Haití", dijo Calmy-Rey a la prensa.
En uno de los casos más notorios de corrupción desde el Gobierno, Jean-Claude Duvalier robó activos por valor de entre 300 y 800 millones de dólares en Haití durante su dictadura, entre 1971 y 1986.
Los activos de Duvalier en Suiza llevan ocho años congelados, dijo Calmy-Rey, añadiendo que las autoridades haitianas son demasiado débiles para lanzar una persecución penal contra el ex presidente y permitir al estado suizo confiscar y devolver los fondos.
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