Este artículo se publicó hace 13 años.
Los bancos británicos tendrán que separar la banca de inversión de la comercial
Los bancos británicos tendrán que separar sus operaciones de banca de inversión y minorista a fin de mejorar su estabilidad financiera y evitar nuevas crisis como la de 2008, según indicó hoy la Comisión independiente para la banca (IBC, en inglés).
En un informe, la IBC dispuso que las entidades deberán establecer un "anillo de protección" en torno a su negocio comercial (cuentas corrientes y de ahorro, hipotecas, etc), que se gestionará de forma independiente otras actividades más arriesgadas del banco.
El Gobierno debe decidir ahora cómo y cuándo aplicará las recomendaciones de la comisión que aconseja que la reforma debería completarse antes de 2019, en línea con los acuerdos de Basilea III.
El ministro de Economía, George Osborne, calificó hoy el documento de "impresionante" y dijo que es "un paso importante hacia un nuevo sistema bancario que apoya los préstamos a las empresas y a las familias, la economía y el empleo, pero no cuesta millones de libras al contribuyente cuando las cosas van mal".
Otra recomendación de la comisión es que los bancos minoristas y cajas de ahorros tengan unas reservas de capital de calidad para afrontar posibles pérdidas de al menos el 10 por ciento.
Además, los grandes grupos bancarios tendrán que tener un fondo de capital primario de entre el 17 y el 20 por ciento para hacer frente a posibles números rojos.
La intención de estas medidas -asegurar la capitalización de los bancos y la independencia de sus negocios más y menos arriesgados- es minimizar el riesgo de que, en caso de circunstancias adversas, el Estado británico tenga que volver a intervenir para rescatar a las entidades.
En una concesión hacia los bancos, que, como el HSBC o el Royal Bank of Scotland, se oponían a la idea de dividir sus operaciones, estos podrán decidir si incluyen dentro del "anillo de protección" -que se aplica sobre la rama comercial- las cuentas de ahorro y préstamos a las grandes corporaciones.
En contra de lo esperado, la Comisión no recomendó que el parcialmente nacionalizado Lloyds banking group, que absorbió al HBOS durante la crisis, venda más que las 632 sucursales que le ha impuesto la Unión Europea, pero sí dijo que esas oficinas deberían quedar en manos de un solo banco que se erigiría como su principal competidor en tamaño.
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