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Los bancos pagarán las pérdidas que provoquen las cajas nacionalizadas

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Nueva vuelta de tuerca para intentar controlar los efectos de las pérdidas que algunas cajas van a provocar a las arcas públicas. El Gobierno tuvo que reconocer ayer que no va a poder recuperar la mayor parte del dinero invertido en comprar acciones de las cajas nacionalizadas (CAM, Novacaixagalicia, CatalunyaCaixa y Unnim) e intentó ponerle un freno a esas pérdidas, sobre todo porque elevarán el déficit público y podría dar al traste con el objetivo de reducción presentado a la Unión Europea.

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La solución que ha encontrado el Ejecutivo es fusionar los fondos de garantía de depósitos que tienen constituidos bancos, cajas y cooperativas (cuyo objetivo primordial es indemnizar a los clientes en caso de quiebra, de ahí su nombre) y traspasar al FGD unificado todas las pérdidas que tenga en los próximos años el fondo público de rescate, el FROB. De esta forma consigue dos efectos inmediatos: que las pérdidas de 2.800 millones de euros que en breve va a generar la CAM no den al traste con la reducción del déficit, y que los problemas de las cajas los pague el sector financiero en lugar de los contribuyentes. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, aseguró ayer en rueda de prensa que con esta medida se pretende que "las posibles pérdidas futuras que pudieran aparecer en el proceso de reestructuración ni se trasladen al contribuyente ni aumenten el déficit".

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Hasta ahí todo son ventajas (aunque en los bancos no están de acuerdo porque pagan los problemas de las cajas), pero en segundo término ya no todo son parabienes. Primero porque actualmente los fondos de garantía tienen algo menos de 6.600 millones de euros y las pérdidas que van a provocar las cajas pueden suponer de partida más de 7.500 millones (lo invertido en las nacionalizaciones), a lo que se añadirán los agujeros posteriores provocados por su morosidad. Y segundo, porque cuando el dinero se agote, los ahorros de los clientes pueden quedar desprotegidos en caso de quiebra de alguna entidad. De esa manera quedaría desfigurado el propósito para el que se creó esta hucha, una de las pocas en Europa que tiene dotados los fondos.

Los expertos del sector financiero no terminaron de ver las ventajas del anuncio

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Desde las entidades financieras (y aunque la ministra ayer lo descartó) ya asumen que tendrán que hacer aportaciones extraordinarias al fondo para que no quede bajo mínimos, aunque también reconocen que no es el mejor momento para buscar dinero en ningún sitio. ¿Solución? Habrá más comisiones para los clientes y de ahí se harán las dotaciones. Es decir, que los ciudadanos van a dejar de pagar las pérdidas de cajas como la CAM o CatalunyaCaixa por la vía de los impuestos y van a pasar a sufragarlas en forma de comisiones.

Los expertos del sector financiero no terminaron de ver las ventajas de este anuncio. Santiago Carbó, catedrático de la Universidad de Granada, valoró que permite no incrementar el déficit pero alertó de que "revela que no tenemos otro tipo de instrumentos para resolver los problemas, que no podemos ni emitir en los mercados". A su juicio, lo que debería preocupar al Gobierno en las semanas tan trascendentales que vienen es cómo recapitalizar la banca junto al resto de países europeos, algo que podría cerrarse definitivamente en las reuniones que están previstas para noviembre en el seno de la UE.

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Desde un banco, un sector que a través de la AEB mostró su disconformidad con la fórmula elegida, se criticó que el Gobierno tome este tipo de medidas cuando ya se ha disuelto el Parlamento. Y desde otros bancos se mandó un mensaje a las cajas: cuando quebró Banesto, la solución del problema se hizo entre los bancos, y ahora que son algunas cajas las que tienen dificultades, son los bancos los que tienen que salir al rescate.

El Fondo de Garantía unificado partirá con una dotación de 6.593 millones de euros

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En todo caso, los bancos pagarán, pero ese dinero lo recibirán algunos de ellos en forma de ayudas para comprar las cajas, así que en realidad bancos como Santander o BBVA (candidatos a comprar la CAM o CatalunyaCaixa) pueden salir lo comido por lo servido.

El Fondo de Garantía unificado partirá con una dotación de 6.593 millones de euros, según los datos facilitados por el Ministerio de Economía, de los que la banca realiza la principal aportación con unos 3.500 millones. Para llenar la hucha, que se vació en parte con la aportación de 2.750 millones que se hizo al FROB y los 2.500 millones que le costó el año pasado CCM, las entidades aportan anualmente el 0,06% de los depósitos.

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Con este dinero, además de afrontar las pérdidas de las cajas nacionalizadas, se deben cubrir hasta 100.000 euros (por titular y cuenta) los depósitos de los clientes de las entidades financieras en caso de que tengan problemas y no puedan hacer frente a sus obligaciones.

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