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Barcelona concluye sin compromisos

Hay avances en adaptación al calentamiento y cooperación tecnológica, pero sin cifras concretas de reducción de gases

M. G. DE LA FUENTE/EFE

La reunión técnica sobre cambio climático que concluyó ayer en Barcelona dejó un sabor agridulce a los más de 4.500 asistentes de 181 países. Lo dulce es el avance en textos sobre política de adaptación al calentamiento, deducción de emisiones por deforestación evitada y cómo implementar cooperación en tecnología con países emergentes.

Todos estos puntos de la negociación cuentan con textos 'más transparentes y concretos' para llegar a un acuerdo en la Cumbre de Copenhague que se celebrará a mediados de diciembre, explicaron fuentes de la delegación española. Uno de los objetivos de Barcelona era precisamente clarificar los textos de negociación y cerrar las agendas para Copenhague.

Sin embargo, la sensación agria es la que dejó la falta de concreción por parte de algunos países industrializados, como EEUU, Rusia, Canadá, Australia o Nueva Zelanda, en sus compromisos de reducción de gases para el periodo 2013-2020, que debe acordarse en Copenhague, así como la incógnita de la financiación que se destinará a ayudar a los países en vías de desarrollo para adaptarse al calentamiento.

El secretario ejecutivo de la Convención de la ONU para el cambio climático, Yvo de Boer, reconoció ayer el progreso en los aspectos arriba mencionados, aunque 'poco se ha avanzado en las dos cuestiones clave: cuotas de reducción de emisiones a medio plazo para las naciones desarrolladas y financiación para ayudar a los países en desarrollo a limitar su aumento de emisiones y adaptarse a los inevitables efectos del cambio climático'. 'Sin estas dos piezas del puzzle colocadas, no llegaremos a un acuerdo en Copenhague', afirmó De Boer.

La jefa de la Oficina de Cambio Climático y representante española en las negociaciones, Alicia Montalvo, aseguró ayer que se llegará a 'un acuerdo jurídicamente vinculante' en Copenhague.

No obstante, uno de los escollos para lograr el acuerdo en Copenhague es que todos los países industrializados asuman su compromiso de reducir emisiones con cuotas concretas. Uno de los más reacios a concretar cuantías es EEUU, cuyo portavoz, John Pershing, dijo ayer que su país no firmará un tratado vinculante desde el punto de vista jurídico que no incluya compromisos de igual grado para los países en vías de desarrollo.

A esta reclamación respondió Alicia Navarro, miembro del equipo negociador del grupo G-77 y China: 'Los países ricos intentan que paguemos dos veces: reduciendo nuestras emisiones y sufriendo las consecuencias del cambio climático, ya palpables en nuestros países'.

En esta línea, India insistió en la necesidad de que los países desarrollados fijen partidas económicas para la lucha contra el cambio climático en las naciones menos desarrolladas. De Boer considera que los países desarrollados deberán proporcionar fondos para adaptación por al menos 10.000 millones de dólares (6.700 millones de euros). La UE estima que, para luchar contra el cambio climático, son necesarios 100.000 millones de euros al año. Pero ni siquiera dentro de la UE ha habido un acuerdo sobre la financiación que destinarán los Veintisiete, ya que el Parlamento Europeo cree que deben ser 30.000 millones y la Comisión Europea propuso 15.000, pero Reino Unido lo rebajó a 10.000 millones.

De Boer reclamó a los países industrializados que 'clarifiquen la cantidad de financiación a corto y largo plazo que destinarán', y a todos, un 'liderazgo al más alto nivel para desbloquear las piezas del puzzle'. Les queda un mes para la cita crucial de Copenhague.

Por su parte, activistas de Greenpeace escalaron ayer a la estatua de Colón en Barcelona para 'señalar a América, porque allí está el mayor responsable de la catástrofe climática que se nos avecina: EEUU', dijo el director de Greenpeace España, Juan López de Uralde.

Unión Europea
Los Veintisiete han aprobado reducir sus emisiones un 20% en 2020, respecto a las de 1990, y un 30% si hay compromisos de los demás países industrializados.

Estados Unidos

Barack Obama se comprometió a producir las mismas emisiones en 2020 que en 1990, y una propuesta para debatir en el Senado apunta una reducción del 7% en 2020, pero todavía no se ha aprobado ninguna cifra.

Rusia
El presidente Medvedev dijo en junio que estaba dispuesto a reducir entre un 10% y un 15% sus emisiones, pero todavía no se ha aprobado.

Australia
La propuesta es aumentar sus emisiones un 13% en 2020, y si hay compromiso de todos, reducirlas un 11%.

Canadá
Propone reducir un 3% sus gases.

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