El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso, anunció el miércoles un plan para el crecimiento y el empleo en la Unión Europea y dijo que los estados miembros necesitan trabajar más en la coordinación de la política económica.

que releva un plan anterior de 10 años que en términos generales se considera fracasado - Barroso dijo que su ambición era que los 27 países de la UE coordinaran sus políticas para intentar evitar divergencias en crecimiento y paro y evitar así el riesgo de futuras crisis financieras.

"Las divergencias entre estados miembros tienen un impacto directo en todos los demás", expresó en un discurso en el que explicó la estrategia. "Somos más independientes que nunca. Necesitamos una coordinación económica más que nunca ahora".

La estrategia marca objetivos para la inversión en investigación y desarrollo en la UE, para los niveles de empleo, crecimiento y eficiencia energética, así como para desarrollar políticas coordinadas sobre cambio climático y comercio.

"Debemos fijarnos en el mercado único en más áreas", indicó Barroso. "Una mayor competencia y mejores oportunidades de comercio. Cerrar los ojos al mundo no hará que desaparezca".

"Pero hay algo más que debemos hacer y que antes no se hacía: la coordinación, la gobernación común con coherencia y persistencia, con continuidad. Sólo así tendremos una clara estrategia europea en funcionamiento para todos".

El plan pretende aumentar el empleo del 69 por ciento al 75 por ciento de la población activa e incrementar la inversión en investigación y desarrollo desde el 1,9 por ciento hasta el 3 por ciento del PIB de la UE.

Las emisiones dañinas de dióxido de carbono deben recortarse en un 20 por ciento en comparación con los niveles de 1990 y la proporción de energía renovable en el consumo final de energía debe crecer al 20 por ciento. El consumo de energía debe caer, además, un 20 por ciento.

Los objetivos de expansión económica no se han acordado, pero la proyección general se prevé en el doble del crecimiento potencial anual de Europa al dos por ciento.

Uno de los principales retos será asegurar que los estados miembros cumplan los objetivos nacionales que se acordarán una vez que el plan sea aprobado. La intención es en parte evitar otra crisis financiera como la de Grecia.

Pero un gran obstáculo será conseguir la firma de todos los países de la UE, particularmente las grandes economías como Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha escrito a Barroso para expresar las preocupaciones de su gobierno, lo que podría retrasar el plan. En la carta, a la que tuvo acceso Reuters, señaló que la propuesta de vincular la vigilancia estrechamente al cumplimiento de los objetivos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento podría convertir el proceso en excesivamente político.