Este artículo se publicó hace 15 años.
Barroso pide "urgencia" a los Estados miembros para formar la nueva Comisión
El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, pidió hoy a los Estados miembros que reconozcan la "urgencia" de formar el nuevo Ejecutivo comunitario y que afronten sus "responsabilidades".
Barroso insistió en la importancia de "minimizar los retrasos en el nombramiento de la Comisión Europea" durante el debate en el Parlamento Europeo (PE) para preparar la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión que se celebrará en Bruselas los días 29 y 30 de octubre.
"Este Consejo Europeo debe ser capaz de dar los últimos toques al Tratado de Lisboa, las decisiones finales para que entre en vigor. Hemos aprendido a ser pacientes con el Tratado, pero la paciencia también tiene límites", señaló.
Barroso apuntó así al presidente checo, Vaclav Klaus, el último obstáculo para el texto y, por consiguiente, para el nombramiento de los nuevos altos cargos de la UE, tanto comisarios como la nueva figura de presidente permanente del Consejo y del Alto Representante para Asuntos Exteriores.
La presidencia de turno sueca ha insistido en todo momento en que no abrirá oficialmente las negociaciones sobre todos estos puestos hasta que exista la suficiente claridad sobre lo que hará Praga con el Tratado.
"Espero que no aparezcan ni obstáculos, ni retrasos artificiales", advirtió Barroso a Praga.
Un buen número de eurodiputados reclamaron avances claros en los nombramientos durante la cumbre europea de la próxima semana, entre ellos, los líderes conservador, Joseph Daul, y liberal, Guy Verhofstadt.
"Es necesario que el Consejo Europeo acelere el nombramiento de la Comisión y que presente el paquete para la nominación del presidente del Consejo. Esa es la forma de demostrar a Klaus que no hay manera de frenar el proceso", señaló el ex primer ministro belga Verhofstadt.
Junto a toda la negociación institucional, la Cumbre prestará una especial atención al cambio climático de cara a la conferencia de Naciones Unidas de Copenhague, según explicó hoy la ministra sueca de Asuntos Europeos, Cecilia Malmström.
La intención de la Presidencia sueca es lograr que se adopten "medidas concretas, también en el ámbito financiero, para impulsar las negociaciones internacionales".
Ayer, los ministros europeos de Economía y Finanzas no lograron ponerse de acuerdo sobre las ayudas a los países en desarrollo para recortar sus emisiones y hacer frente a los efectos del cambio climático y decidieron posponer la decisión.
"Estimamos que para 2020, los países en desarrollo necesitarán alrededor de 100.000 millones de euros adicionales al año. Las finanzas domésticas y el mercado del carbono deben cubrir una gran parte de esto, pero también debe esperarse una gran ayuda internacional, con la UE pagando su parte", recordó hoy Barroso.
El presidente de la Comisión alertó de que, a menos de 50 días de la reunión de Copenhague, el progreso en las negociaciones sigue siendo "lento" y aseguró que corresponde a Europa mostrar "liderazgo" en estos momentos.
La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno tendrá además un importante componente económico, con el problema del desempleo como principal preocupación para la Presidencia sueca.
Los líderes de los Veintisiete buscarán además avanzar en las reformas del sistema de supervisión financiera y en la mejora de la seguridad energética en la UE.
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