Este artículo se publicó hace 13 años.
El BCE sacará la artillería si hay acuerdo sobre unión fiscal
Está preparado para combatir de un modo más agresivo la crisis de la deuda pública que sufre la zona del euro
El nuevo presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, apuntó ayer que está preparado para combatir de un modo más agresivo la crisis de la deuda pública que sufre la zona del euro si los líderes políticos de los países de la moneda única son capaces de llegar a un acuerdo la próxima semana para incrementar el control fiscal, informó Reuters.
Un día después del anuncio de los grandes bancos centrales mundiales, incluido el BCE, de que han pactado acciones coordinadas para inyectar liquidez en cuanto sea necesario en la banca europea, que podría estar al borde del colapso, Draghi pintó una oscura perspectiva para el sistema financiero de la zona del euro.
"Una nueva fiscalidad común sería la señal más importante de que los gobiernos del euro están dispuestos a iniciar el camino hacia una mayor integración económica. Podría mostrar una clara trayectoria de futuro para la región, mejorando las expectativas", añadió ante el Parlamento Europeo horas antes de la intervención televisada del presidente francés, Nicolas Sarkozy, sobre su visión del futuro del euro.
Draghi no especificó qué tipo de acción podría emprender el BCE, sometido a una creciente presión tanto política como por parte de los mercados para acometer soluciones a la crisis de la deuda, ya sea comprando bonos en el mercado secundario de forma masiva o bien prestando dinero al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que este respalde a los países de la zona del euro que lo necesiten.
A corto plazo, de hecho tan pronto como en la reunión del próximo jueves, 8 de diciembre, se espera que el BCE alivie la presión sobre la economía rebajando de nuevo los tipos de interés oficiales, como hizo en la reunión anterior (la primera presidida por Draghi), en la que se votó por unanimidad reducir el precio del dinero al 1,25%. Se espera que esta vez rebaje otro cuartillo, dejando el tipo de interés oficial en el 1%, donde estaba antes de que el BCE, obsesionado por un repunte de la inflación que tenía causas externas como el encarecimiento del petróleo, empezase a realizar subidas este año. Pero eso eran tiempos del anterior presidente de la autoridad monetaria, Jean-Claude Trichet, y Alemania aún no había visto las orejas a la vuelta a la recesión.
También se espera que el BCE aumente los plazos de devolución de la barra libre de liquidez que mantiene abierta para la banca, pasando de los vencimientos a tres meses actuales a dos e incluso tres años. Asimismo, podría relajar aún más la calidad de los títulos que admite como garantía para acudir a dicha barra de liquidez.
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