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Béjar celebra la reconquista de la ciudad con la tradición de los "Hombres de Musgo"

EFE

La villa ducal salmantina de Béjar ha revivido hoy la leyenda de la reconquista cristiana de la ciudad a cargo de los conocidos como "Hombres de Musgo", en una jornada donde se entremezcla el fervor religioso de Corpus Christi con el recuerdo heroico del siglo XII.

Aunque es una de esas tradiciones a caballo entre lo verídico y lo legendario, parece ser que un 17 de junio de 1267 un grupo de cristianos refugiados en la zona serrana de El Castañar puso fin a la dominación árabe mediante la estrategia de camuflaje que consistió, según dicen, en taparse todo el cuerpo con ramas y musgo que había desperdigado por toda la montaña.

"Aunque no hay documento alguno que lo acredite, cuentan que los centinelas árabes huyeron y abandonaron la fortaleza despavoridos al verlos, ya que creyeron que se trataba de seres sobrenaturales", asegura a EFE Elena Cela, una de las seis personas que en esta edición hace de 'Hombre de Musgo'.

Lo cierto es que todos los vecinos aseguran que los 'Hombres de Musgo' reconquistaron la ciudad de Béjar, que pasaría a manos de Alfonso VIII de Castilla.

Esta fiesta histórica, catalogada como Fiesta de Interés Turístico Regional desde 1998, es recordada por los bejaranos desde finales del siglo XIV el mismo día de la celebración de Corpus Christi.

Para ello, dos personas guardan durante todo el año el musgo necesario como para vestir a las seis personas que salen en procesión desde el Convento de San Francisco, lugar en el que son camuflados, hasta la iglesia de Santa María.

Alejandro Romero y Julián García han sido los encargados de componer el traje de musgo para las seis personas que en esta edición se han encargado de representar la hazaña: Manuel Gallego, Juan José Estévez, Victoria Muñoz, Elena Cela, Rosario Miguel y Sandra Paredes.

Cada traje tiene alrededor de 12 kilos de peso y "el musgo lo vamos guardando de un año para otro en nuestras casas ya que escasea mucho", explica Alejandro Romero, cuyo padre fue el encargado de vestir a los hombres de musgo durante 35 años, hasta el pasado 2006.

"La parte más delicada de cubrir es la cabeza", explica Julián, "ya que el casco de musgo tiene que quedar a la medida y no ser una molestia para los ojos".

Otro de los elementos imprescindibles en el traje de musgo, elaborado con placas vegetales cosidas por todo el cuerpo, son las mazas, que van pegadas al brazo y que "en su día fueron utilizadas para asustar, aún más, a los árabes".

El momento álgido de la fiesta llega cuando los 'Hombres de Musgo', junto a las autoridades, rinden homenaje a cada uno de los estandartes de las cofradías bejaranas en la Plaza Mayor de la localidad.

Hace años, el Ayuntamiento de Béjar, para no perder la tradición, tuvo que traer a gente de otros pueblos para que se vistiera de 'Hombre de Musgo" y, en la actualidad, este problema ha desaparecido ya que hay una lista de espera para cubrir los próximos 5 años.

Para el alcalde de esta villa, Cipriano González, la festividad de los 'Hombres de Musgo' "es mucho más que revivir una tradición, ya que es uno de los emblemas del turismo bejarano".

El objetivo que persigue ahora el Ayuntamiento de Béjar es que este festejo sea catalogado como Fiesta de Interés Nacional.

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