Este artículo se publicó hace 15 años.
Belhadj reconoció que el líder de una red que envío mujahidines a Irak le ayudó a huir
El marroquí Mohamed Belhadj, encarcelado en Marruecos hace tres meses tras haber permanecido fugado desde los atentados del 11-M, reconoció el pasado 27 de mayo ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco que el presunto líder de una red de envío de mujahidines a Irak, Omar Nakcha, le ayudó a huir.
Según han informado a EFE fuentes jurídicas, ésta fue una de las principales revelaciones que hizo Belhadj a Velasco cuando le interrogó en Marruecos sobre el 11-M y las circunstancias de su huida, durante la cual la Policía llegó a barajar la posibilidad de que hubiera muerto en un atentado suicida en Irak.
Durante cinco horas de interrogatorio, ocurrido en una sala del Tribunal de Primera Instancia de Salé, localidad cercana a Rabat, Belhadj aportó detalles de su huida y así se pudo saber que estuvo encarcelado 22 meses en Siria, desde donde fue expulsado a Marruecos.
Belhadj, al que se relaciona con el 11-M por haber alquilado el piso de Leganés en el que se suicidaron siete responsables de la masacre, huyó a Barcelona a raíz de este suicidio colectivo, ocurrido el 3 de abril de 2004.
Después marchó a Bélgica, donde residen sus hermanos, y desde allí Nakcha supuestamente le ayudó a trasladarse a Siria, lo que la Policía interpretó en su día como el paso previo a su entrada en Irak.
Tras el interrogatorio de Velasco a Belhadj, el juez antiterrorista marroquí, Abdelkader Chentouf, tomó declaración el pasado 2 de julio en la Audiencia Nacional a siete islamistas que pudieron colaborar en la huida del marroquí, entre ellos Nakcha.
Nakcha está pendiente de juicio por liderar presuntamente la mencionada red de envío de mujahidines a Irak, hechos por los que la Fiscalía de la Audiencia Nacional solicita para él 12 años de cárcel por pertenencia a organización terrorista en grado de dirigente.
Con toda probabilidad, la Fiscalía aportara como prueba el testimonio de Belhadj en el juicio a Nakcha y los otros ocho presuntos integrantes de la red, a la que se atribuye haber enviado a Irak al terrorista suicida que perpetró el atentado suicida contra la sede de los Carabinieri en Nasiriya en el que murieron 19 italianos, el 12 de noviembre de 2003.
Según las conclusiones provisionales de la Fiscalía, Nakcha, a través de esa red, podría haber enviado a Irak desde Turquía y Siria a tres de los cuatro huidos del 11-M: Belhadj, Daoud Ouhane y Mohamed Afalah.
Sobre éste último, la Policía también maneja la posibilidad de que haya muerto en un atentado suicida, como hizo con Belhadj, aunque la aparición de éste cinco años después del 11-M puede llevar a replantearse esa hipótesis.
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